Durante la Asamblea General Ordinaria 2025 del club Gimnasia y Esgrima La Plata, se vivieron momentos de tensión que desembocaron en enfrentamientos, agresiones y el rechazo a la gestión arbitral de los dirigentes. La situación evidenció la profunda crisis en la institución y el descontento de los socios.
Un incidente de gran magnitud tuvo lugar este jueves en el Polideportivo Víctor Nethol, situado en la ciudad de La Plata, donde los socios de Gimnasia y Esgrima La Plata (GELP) se reunieron para la Asamblea General Ordinaria 2025.
La reunión, que debía tratar temas administrativos y económicos del club, se tornó caótica debido a protestas, insultos y enfrentamientos que culminaron en una suspensión temporal del acto.
La Asamblea reunió a más de 1.100 socios, quienes expresaron su descontento con la gestión actual, liderada por la comisión directiva encabezada por Mariano Cowen. Los asistentes comenzaron a corear cánticos en contra de la dirigencia y a exigir explicaciones sobre la situación del club. La tensión creció hasta el punto en que, pasada las 19 horas, la situación se salió de control. Socios lanzaron huevos, botellas y sillas hacia las mesas de la comisión directiva, lo que obligó a los dirigentes a retirarse para evitar ser agredidos físicamente.
El conflicto en esta asamblea no fue solo verbal. La gente mostró su rechazo con acciones contundentes, reflejando la crisis institucional que atraviesa el club. La asamblea fue interrumpida y se realizó un cuarto intermedio con la esperanza de calmar los ánimos. Mapas de protestas similares en clubes argentinos reflejan que esta crisis de gestión no es aislada, sino parte de un fenómeno más amplio que afecta a varios de los grandes clubes del país, enfrentados a problemas económicos, deportivos y de liderazgo.
Entre los asistentes a la asamblea, participaron diferentes candidatos a las próximas elecciones, programadas para finales de noviembre. Algunos de ellos, como Carlos Anacleto y Sebastián Gubia, aprovecharon la oportunidad para cuestionar duramente la administración actual. Anacleto afirmó que "el balance muestra que la gestión ha sido deficiente, y si se desaprueba, no habrá cambios efectivos. Es necesario rechazar también la Memoria y el Presupuesto". Gubia, por su parte, pidió explicaciones sobre cómo el club llegó a esta crisis.
Tras la reanudación de la sesión, finalmente se logró aprobar el balance general por unanimidad, aunque la tensión permanecía latente. La Asamblea culminó con un resultado controvertido, ya que algunos socios insistieron en la necesidad de rechazar la Memoria y el Presupuesto, exacerbando aún más la bronca generalizada.
Lo que ocurrió después fue aún más grave: al finalizar la reunión, la comisión directiva fue nuevamente víctima de agresiones cuando intentaba abandonar el lugar.
Socios arrojaron botellas y sillas, en un claro signo de descontento profundo hacia la gestión. Este tipo de conflictos en asambleas deportivas remiten a episodios similares en la historia del fútbol argentino, donde la pasión y la crisis institucional se mezclan, generando episodios de violencia y desconfianza hacia la dirigencia.
Históricamente, Gimnasia y Esgrima La Plata es uno de los clubes más antiguos y con mayor tradición del fútbol argentino, fundado en 1887, con una larga trayectoria tanto en primera división como en competiciones internacionales.
Sin embargo, en las últimas décadas, el club ha atravesado periodos de crisis económica y deportiva, agravados por conflictos internos y problemas de gestión.
La situación actual refleja la necesidad de una profunda reforma para recuperar la autoridad y la estabilidad en la institución, que cuenta con una base de socios fervientes y apasionados, pero también cada vez más frustrados por la dirección que toma el club.
Este episodio en la asamblea de 2025 pone en evidencia las heridas abiertas en la relación entre los dirigentes y los hinchas, quienes reclaman transparencia y soluciones frente a la crisis.
La historia del fútbol argentino está llena de momentos de tensión similares, donde la pasión se traduce en protestas y episodios de violencia, recordando que los clubes son instituciones que representan mucho más que solo deporte: forman parte de la identidad de sus comunidades y su gente.
