La reciente derrota de Vélez Sarsfield ante Platense por 1-0, con un gol de Guido Mainero en el minuto 93, dejó un sabor amargo no solo en los jugadores, sino también en los hinchas y socios del club.

La situación se torna preocupante al observar el estado del campo de juego en el estadio Amalfitani, que se presentó en condiciones deplorables, con varias áreas sin césped, especialmente cerca de los bancos de suplentes.

Este escenario resulta desconcertante para un club con una tradición que lo posiciona entre los mejores en la calidad de sus terrenos de juego en Argentina.

Los aficionados no tardaron en expresar su indignación a través de redes sociales, señalando que el último evento musical realizado en el estadio, un recital de la banda Airbag el 22 de diciembre, dejó un periodo de casi 40 días para que se acondicionara la cancha.

Sin embargo, el tiempo no fue aprovechado y los jugadores sintieron las consecuencias de un campo en mal estado, lo cual dificultó el buen juego y la maniobrabilidad del balón.

Tras la derrota, algunos futbolistas de Vélez manifestaron su descontento, aunque optaron por mantenerlo en privado para no generar conflictos con la directiva del club.

Cabe recordar que Vélez se prepara para participar en la Copa Libertadores de América este año, un torneo que requiere un estándar mínimo del terreno de juego.

No es la primera vez que el estado del campo de juego genera controversia en el fútbol argentino.

En 2024, la Conmebol prohibió a Racing Club jugar de local contra Sportivo Luqueño debido a las pésimas condiciones de su cancha.

En comparación, el escenario que presentó Vélez en su último encuentro fue aún más desalentador.

El campo de Vélez ha sido objeto de memes y críticas en las redes sociales, donde muchos se preguntan quién asumirá la responsabilidad si algún jugador sufre una lesión debido a estas condiciones.

Imágenes y comentarios indignados circularon rápidamente, con aficionados clamando por acciones concretas de las ligas de fútbol y la AFA para evitar que tales situaciones se repitan en el futuro.

La falta de césped y la presencia excesiva de arena han hecho que muchos usuarios de Twitter expresten que el campo parece más un desierto que un espacio adecuado para el fútbol.

Incluso aficionados al fútbol han propuesto que el club sea sancionado por no mantener su cancha en condiciones óptimas, argumentando que no hay justificación para que un equipo que salió campeón del fútbol argentino hace menos de dos meses presente un campo de juego de tal magnitud.

En un contexto donde el fútbol busca profesionalizarse y elevar sus estándares, situaciones como la de Vélez resultan preocupantes para la imagen del deporte y de sus instituciones.

En conclusión, las críticas hacia el estado del campo de juego de Vélez Sarsfield son un llamado de atención no solo para la directiva, sino para todos los involucrados en el fútbol argentino, especialmente con los grandes torneos internacionales a las puertas.