Las eliminatorias sudamericanas hacia la Copa del Mundo 2026 enfrentan a Bolivia y Venezuela en la última fecha, con la clasificación al repechaje en juego. Argentina, Brasil, Ecuador y otros ya aseguraron su lugar en el torneo que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.
La recta final de las Eliminatorias Sudamericanas para la Copa del Mundo 2026 está en marcha, con múltiples decisiones que definirán los equipos que participarán en el torneo mundial.
Hasta ahora, Argentina, Brasil y Ecuador son los clasificados directos, sumando en total seis los países que tienen asegurado su cupo para el próximo campeonato.
Además de estos, Uruguay, Colombia y Paraguay lograron su clasificación, dejando fuera a otros países como Venezuela y Bolivia, que aún mantienen una pequeña posibilidad de acceder al repechaje.
La última jornada de las eliminatorias será crucial, ya que determinará quiénes lucharán por un lugar en esa repesca que les dará una oportunidad adicional de clasificación.
Venezuela, dirigida por Fernando Batista, llega a esta instancia con un total de 18 puntos, producto de 4 partidos ganados, 6 empatados y 7 perdidos.
Después de perder 3-0 contra Argentina en el Estadio Mas Monumental, las oportunidades directas de clasificar se redujeron considerablemente. La Vinotinto ocuparía el séptimo puesto en la tabla si logra vencer a Colombia en su próximo partido, que actualmente ocupa la quinta posición con 25 puntos.
Por su parte, Bolivia, que acumula 17 puntos, está en desventaja para acceder al repechaje. Sus resultados, marcados por varias goleadas recibidas —incluida una de 6-0 frente a Argentina en octubre de 2024—, dejan a los bolivianos en una posición difícil, con una diferencia de goles de -19.
Para mantener vivas sus posibilidades, Bolivia necesita no solo ganar a Brasil en La Paz, sino también que sus rivales directos no obtengan más puntos.
Este escenario coloca a Venezuela en una posición más favorable, ya que con una victoria podría asegurarse el séptimo puesto y, con ello, un pase directo al repechaje.
Un empate complicaría la situación, ya que dependería de los resultados de Bolivia. La diferencia en puntos y en diferencia de goles será decisiva en esta última jornada.
El equipo que logre acceder al repechaje mundialista tendrá que disputar un nuevo formato que se llevará a cabo en México del 26 al 31 de marzo de 2026.
En este torneo, seis selecciones competirán en partidos de eliminación directa, con dos llaves de tres equipos. Los dos mejores de cada grupo avanzarán directamente a las finales, mientras que los otros dos lucharán en semifinales por su pase al Mundial.
El sistema de clasificación en este nuevo formato ha sido diseñado para que cada confederación tenga su propia plaza en juego, con diferentes criterios de selección.
La Conmebol, por ejemplo, buscará al séptimo clasificado en su eliminatoria. La AFC, en tanto, determinará su representante en la serie final de la quinta ronda, mientras que la CAF eligirá a su campeón en la segunda ronda.
Históricamente, la clasificación para los Mundiales ha sido un proceso complejo y competitivo en Sudamérica, donde las selecciones nacionales han demostrado un alto nivel de competitividad a lo largo de las décadas.
La participación en el repechaje añade un elemento de incertidumbre y emoción, ya que en ocasiones equipos considerados menos favoritos logran aprovechar sus oportunidades en el último momento.
El Mundial 2026 será histórico, ya que será el primero en contar con 48 participantes, dividido en 16 grupos de tres equipos cada uno. La expansión busca aumentar la participación de países de diferentes regiones y fortalecer el desarrollo del fútbol en el mundo entero. Los aficionados sudamericanos pendientes de la última semana de eliminatorias están expectantes, conscientes de que cualquier resultado puede cambiar el destino de sus selecciones.
En resumen, las eliminatorias todavía no están decididas, y Bolivia y Venezuela, con sus claras opciones, tratarán de dar la sorpresa en la última jornada.
La lucha por el último puesto de repechaje genera tensión y expectativa en toda Sudamérica, en un torneo que marcará un antes y un después en la historia del fútbol mundial.