En un triste suceso que ha conmocionado al mundo del deporte, se reportó la muerte del futbolista portugués Diogo Jota y su hermano, Andre Silva, en un accidente automovilístico ocurrido en la provincia de Zamora, en el norte de España.

Las investigaciones iniciales, presuntamente realizadas por la Guardia Civil española, indican que Jota estaba al volante en el momento del siniestro y que, al parecer, conducía a una velocidad muy por encima del límite permitido en esa vía.

El accidente ocurrió en la madrugada del pasado 9 de julio, aproximadamente a las 00:30 horas, en la autopista A-53, cerca del municipio de Cernadilla.

La pareja viajaba desde Portugal hacia Santander, en el norte de España, con la intención de abordar un ferry que los llevaría a Inglaterra para que Jota pudiera comenzar la pretemporada con el Liverpool FC.

La historia del futbolista, que había sido uno de los protagonistas en la selección nacional de Portugal, se vio abruptamente truncada en un momento que aún se investiga.

Supuestamente, el vehículo en el que viajaban, un Lamborghini, salió de la vía y se incendió tras el impacto, dejando solo restos calcinados y esparcidos en la zona.

Se reporta que Jota, quien había sido aconsejado recientemente por su equipo médico para no volar debido a una cirugía menor, presuntamente conducía en exceso de velocidad, superando los 120 km/h permitidos en esa carretera, lo que podría haber contribuido a la gravedad del accidente.

La Guardia Civil, en un comunicado preliminar, indicó que las evidencias apuntan a que Jota era el conductor en ese momento y que el vehículo presentaba marcas en las ruedas, que están siendo analizadas para confirmar detalles adicionales.

La investigación aún no ha sido concluida, pero las primeras hipótesis sugieren que la velocidad excesiva fue un factor clave.

Este trágico evento ha generado una ola de condolencias en el mundo del fútbol y más allá. Jugadores, entrenadores y aficionados han manifestado su pesar por la pérdida del futbolista de 28 años, cuya carrera había ido en ascenso tras su paso por clubes como Wolverhampton y Liverpool, además de su participación en la selección de Portugal.

El funeral de Jota y de su hermano Silva se llevó a cabo en su ciudad natal, Gondomar, donde figuras del deporte y la comunidad local se congregaron para rendir homenaje a las víctimas.

Entre los asistentes se encontraban compañeros de equipo, exfutbolistas y diversos representantes del deporte portugués y del Liverpool FC.

Supuestamente, Jota había contraído matrimonio con su novia de la infancia, Rute Cardoso, apenas 11 días antes del accidente. La pareja tenía tres hijos pequeños, quienes ahora enfrentan una pérdida irreparable. Liverpool FC, en un comunicado oficial, aseguró que cubrirá los dos años restantes del contrato de Jota en su totalidad, brindando apoyo a la familia en estos momentos difíciles.

Este suceso recuerda la historia de otros futbolistas que, en su afán de cumplir con sus compromisos, a veces enfrentan riesgos innecesarios. La comunidad deportiva continúa reflexionando sobre la importancia de la seguridad vial y el respeto por los límites de velocidad, especialmente cuando la vida de una persona está en juego.

La trágica pérdida de Diogo Jota ha dejado un vacío en el corazón de sus seres queridos y en la historia del fútbol, y su recuerdo perdurará en la memoria de todos quienes lo admiraron.

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