El encuentro entre Godoy Cruz y Talleres de Córdoba se suspendió tras un incidente violento que dejó a un árbitro herido.

El partido entre Godoy Cruz y Talleres de Córdoba que se iba a llevar a cabo en Mendoza tuvo que ser suspendido debido a un incidente violento.

El encuentro, que era parte de la zona B del torneo Apertura de la Liga Profesional, fue interrumpido tras un ataque al juez de línea Diego Martín, quien recibió un golpe en la cabeza por un objeto lanzado desde la grada.

Este objeto, que era un palo de plástico de una bandera que debería ser permitido en el ingreso a los estadios, causó un corte y mareos al asistente, lo que llevó a la decisión de suspender el partido.

A pesar de un operativo de seguridad que incluyó 190 policías y 120 agentes de seguridad privada, no se pudo evitar este hecho lamentable.

Alejandro Chapini, presidente de Godoy Cruz, se pronunció sobre la situación indicando que "no hay facciones" dentro de la hinchada del club, afirmando que este episodio fue un hecho aislado.

"Se han tomado todos los recaudos posibles, pero a veces suceden incidentes que escapan al control.

Aunque el objeto que se lanzó no era un material no permitido, fue utilizado de una manera violenta", explicó Chapini.

El presidente también quiso dejar claro que el 99,9% de los aficionados en el estadio no tienen relación con el incidente.

Además, en una declaración emitida a través de #SCNight, Chapini hizo hincapié en que la hinchada se unió en un momento significativo, en el que se conmemoraban cuatro años desde la desaparición del jugador Morro García.

En ese minuto 18, los simpatizantes mostraron su solidaridad al cantar juntos,

El incidente llevó a que el árbitro considerara que no había condiciones para continuar con el juego, afirmando que tenía razón al tomar tal decisión debido a la herida sufrida por su asistente.

El golpe provocó un pequeño hematoma en la zona arriba del arco superciliar, y el árbitro fue trasladado a una clínica para recibir atención médica adecuada.

Chapini, manifestando su preocupación por la seguridad en los estadios, aseveró: "Lamentablemente, este tipo de situaciones nos sobrepasan", y reafirmó la importancia de solidarizarse con el arbitraje en este tipo de circunstancias.

En relación a la situación del estadio Feliciano Gambarte, que se encuentra en proceso de renovación, Chapini afirmó: "No iremos a nuestro estadio hasta que esté completamente listo, como nos indicó la Liga Profesional." Este compromiso refleja la responsabilidad del club hacia su afición y el deseo de garantizar un entorno seguro para disfrutar del fútbol.

El estado actual del fútbol argentino pone de relieve la necesidad de abordar de manera efectiva la violencia en los estadios, un problema que, aunque ha sido abordado con seriedad, continúa presentando desafíos.

Los incidentes de violencia no solo afectan la integridad de los jugadores y oficiales, sino que también socavan la esencia del deporte, que debería ser un espacio de unión y celebración.