El presidente de FIFPro, Sergio Marchi, critica duramente a la FIFA por promesas incumplidas y las malas condiciones que enfrentan los futbolistas en todo el mundo, tras el análisis de un año difícil para el deporte.

El cierre de cada año suele ser un momento para hacer balances y evaluar los avances y problemas en diferentes ámbitos. En esta ocasión, Sergio Marchi, presidente de FIFPro, el sindicato mundial de futbolistas profesionales, realizó su evaluación anual en la que criticó severamente a la FIFA por la falta de cumplimiento de sus promesas y la persistencia de graves problemas en el fútbol internacional.

Marchi, en una declaración difundida a los medios, afirmó que el 2024 ha sido un año más de falsas promesas por parte de los dirigentes del organismo rector del fútbol mundial.

Desde que Gianni Infantino asumió la presidencia, se han realizado múltiples anuncios sobre reformas, mejoras en las condiciones laborales de los futbolistas y una mayor racionalización de los calendarios de competición.

Sin embargo, para Marchi, la realidad sigue siendo otra: "Hemos escuchado discursos y anuncios llenos de palabras vacías. Nada de eso se ha materializado. Los mismos abusos, injusticias y desprecio por los futbolistas persisten, a pesar de las promesas de cambio".

El dirigente también resaltó los problemas estructurales en el deporte que se agravan con la gestión actual, como las jornadas interminables de partidos, viajes agotadores y poca atención a la recuperación física y mental de los jugadores.

Según Marchi, los futbolistas son tratados como recursos inagotables en lugar de como seres humanos, lo que pone en riesgo su integridad física y bienestar psicológico.

"Mientras tanto, los futbolistas que no tienen tantas oportunidades siguen sin un respaldo real para su desarrollo, y los salarios miserables siguen siendo comunes en muchas ligas": explicó.

Uno de los aspectos que más preocupa a Marchi son los incumplimientos contractuales y los pagos atrasados que enfrentan miles de jugadores en todo el mundo.

A pesar de las denuncias y los compromisos asumidos por las autoridades del fútbol, estas irregularidades continúan afectando a muchos profesionales del deporte.

"He advertido sobre esto en cada reunión, pero la respuesta ha sido el silencio o la indiferencia", criticó.

Además, Marchi cuestionó la programación de partidos en horarios y condiciones extremas, como ocurrió en el último Mundial de Clubes disputado en Estados Unidos, donde la temperatura y el calendario injusto pusieron en riesgo la salud de los futbolistas y la calidad del espectáculo.

La obsesión por los ingresos económicos se antepone a la salud y seguridad de los deportistas.

El presidente de FIFPro también dirigió duras palabras a Gianni Infantino y a la dirigencia de la FIFA, acusándolos de actuar con soberbia, sin escuchar a los actores principales del fútbol.

Denunció que las decisiones se toman de forma unilateral y excluyen a los propios futbolistas y sindicatos, promoviendo una gestión discriminatoria y poco democrática.

"Se legisla desde un pedestal, sin comprender las consecuencias humanas de las normas, y se bloquea la participación de quienes representan a los futbolistas", afirmó.

En sus declaraciones finales, Marchi reafirmó su compromiso con el diálogo y la búsqueda de soluciones constructivas, aunque no descartó la confrontación si no hay cambios concretos.

Recordó que miles de futbolistas siguen sin garantías laborales básicas, como un contrato mínimo de un año, y evidenció que esta situación vulnera los derechos humanos fundamentales.

"Es importante que quienes toman decisiones entiendan que el cambio no llegará con discursos vacíos, sino con acciones concretas que protejan a los verdaderos protagonistas del juego.

La historia del fútbol muestra que solo a través del respeto, la justicia y la participación integral podemos construir un deporte más digno para todos".

El balance anual de Marchi refleja un momento de crisis en el fútbol mundial, que requiere de una reflexión profunda y cambios reales para garantizar derechos y bienestar a todos los actores del deporte, especialmente a los futbolistas, que son la esencia y el alma de esta disciplina.