El Club Atlético San Miguel ha dado un giro inesperado en el mercado de fichajes, atrayendo a jugadores de renombre y con grandes expectativas para la temporada venidera.
El Club Atlético San Miguel se ha posicionado como protagonista inesperado dentro del mercado de fichajes del fútbol argentino. Mientras que los grandes clubes como River y Boca han acaparado titulares con sus millonarias inversiones para la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes, el Trueno Verde, que juega en la Primera Nacional, ha tomado decisiones audaces.
Uno de los movimientos más destacados fue la contratación de Sebastián Battaglia como director técnico. Battaglia, conocido por su exitosa carrera como jugador y su paso por la dirección técnica de Boca Juniors, llega a San Miguel con el desafío de llevar al equipo a nuevas alturas.
Con él, el club ha incorporado a varios futbolistas que poseen experiencia en la Liga Profesional, incluyendo a Brahian Alemán, Gino Peruzzi, Cristian Erbes y el arquero Daniel Sappa.
Además, el club cuenta con los máximos goleadores de la temporada pasada en la Primera Nacional, Agustín Lavezzi y Bruno Nasta, quienes marcaron 18 goles cada uno, y Emanuel Dening, otro destacado delantero.
Con un equipo reforzado e ilusionado, San Miguel tiene grandes aspiraciones para la temporada que comienza.
En una conversación con **Clarín**, el presidente de San Miguel, Federico Almada, explicó cómo, a pesar de las limitaciones económicas de un club de menor categoría, lograron fichar a tantos jugadores talentosos.
Almada, joven empresario con un pasado en el club, es dueño de **Jano's**, una empresa organizadora de eventos con una facturación destacada que ronda los 3.000 millones de pesos al mes, lo que le permite contribuir significativamente al club a través de un contrato de patrocinio que representa aproximadamente el 50% de los ingresos del equipo.
Aunque Almada admite que ha ayudado al club en momentos críticos, aclara que no ha aportado directamente para este mercado de pases. Más bien, ha optado por formalizar su ayuda a través de un contrato de patrocinio. En sus propias palabras, "en lugar de gastarme el dinero en un auto o una bicicleta, prefiero invertir en el club". A pesar de las conjeturas que han surgido, Almada subraya que San Miguel sigue siendo una asociación civil y que todos los jugadores son propiedad del club.
La dirección del club tiene un enfoque pragmático y busca un modelo de corto plazo. La mayoría de los contratos son por uno o dos años, dado que el futuro del club en la división es incierto. Almada también se mostró a favor de asociaciones y patrocinios que no comprometan el patrimonio del club, y considera que la modernización de la gestión es esencial para el crecimiento.
El presidente está entusiasmado por lo que se viene. Ha propuesto iniciativas para hacer del estadio un lugar más atractivo, con corredores familiares, música y opciones de entretenimiento antes y después de los partidos.
Todo esto con el objetivo de que los seguidores pasen más tiempo en el club y optimicen la experiencia del hincha.
Almada se mostró optimista acerca de las posibilidades de ascenso a la Primera División. Según él, el equipo ha mejorado notablemente en calidad y dinámica, y tienen la esperanza de competir fuertemente en la nueva temporada. Finaliza señalando que no ve a San Miguel como un rival de la AFA, sino que busca colaborar y contribuir a la mejora del fútbol argentino en general.
Con esta nueva dirección y las importantes incorporaciones, San Miguel se siente preparado para enfrentar los desafíos de la temporada y mantener viva la esperanza de un futuro en la máxima división del fútbol argentino.