En su primera conferencia de prensa como director técnico del Inter Miami, Javier Mascherano tuvo un inicio complicado.

Se le notó algo afectado por una tos que le dificultaba el discurso, teniendo que hidratarse con agua en varias ocasiones ante el desafío que traía consigo la intensa climatización de la ciudad.

"El aire acondicionado de Miami es complicado", declaró el exfutbolista argentino, que ahora asume un rol protagónico en la Major League Soccer (MLS).

Mascherano, quien es amigo y excompañero de Lionel Messi, fue contratado recientemente para reemplazar a Gerardo "Tata" Martino, que dejó el club por motivos personales.

Con 40 años, Mascherano es solo tres años mayor que algunas de las estrellas de su plantilla, lo que añade un matiz interesante a su nuevo cargo.

El club, que es propiedad de los hermanos Mas y David Beckham, había mostrado interés en el exmediocampista defensivo desde 2019, aunque las cosas no se materializaron en aquel momento.

La llegada de Mascherano se produce en un contexto donde el Inter Miami ha tenido un rendimiento irregular.

Martino dejó el equipo con el título de la Leagues Cup de 2023, pero la insuficiencia de resultados en los playoffs les restó protagonismo.

En este sentido, Mascherano se convierte en el quinto entrenador del Inter Miami en cuatro años, y asumirá el responsabilidad de llevar al equipo a una nueva etapa de éxito.

"Es un proyecto muy ambicioso", comentó, enfatizando su intención de construir una plantilla competitiva para lograr el mejor rendimiento posible.

Su relación con Messi y otros compañeros como Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba puede ser tanto un beneficio como un desafío, dado que Mascherano deberá establecer un equilibrio entre la amistad y la autoridad del entrenador.

"Una cosa es el trabajo y otra es la amistad", aclaró.

Antes de asumir en Miami, Mascherano dirigió a la selección argentina sub-20 y al equipo olímpico, aunque muchos lo consideran un técnico sin mucha experiencia en ligas profesionales.

Sin embargo, él mismo se mostró confiado al comparar su situación con la de Lionel Scaloni, quien llevó a la selección mayor a campeonar sin tener grandes antecedentes como entrenador.

Respecto a los objetivos que tiene para 2025, Mascherano fue honesto al advertir que no puede prometer títulos: "Sería hipócrita si lo hiciera". Sin embargo, aseguró que se prepararán para competir en todas las competiciones, mencionando la próxima Copa Mundial de Clubes, donde se enfrentarán a adversarios de mayor trayectoria y recursos.

Está decidido a formar el mejor equipo posible para encarar este nuevo reto en la MLS, llevando con él el legado de un legado futbolístico argentino que continúa conquistando a las audiencias en todo el mundo.