El defensor argentino Marcos Rojo tuvo un partido marcado por un autogol y una lesión que lo dejará fuera de la revancha, en una derrota de Racing en las semifinales de la Libertadores frente a Flamengo en el Maracaná.

En un encuentro intenso y lleno de emociones, el jugador de Racing, Marcos Rojo, protagonizó un partido que quedará en la memoria, aunque no necesariamente por las mejores razones.

La sólida actuación del zaguero argentino, reconocido por su liderazgo y experiencia, se vio empañada por un desafortunado autogol y una lesión que lo marginará de la revancha en la serie.

Desde el inicio del partido en el emblemático Estadio Maracaná, Rojo demostró por qué fue fichado por Racing para aportar solidez en la defensa. Su rendimiento en la línea de cinco defensores fue destacado, logrando contener en varias ocasiones los ataques peligrosos del talentoso Flamengo. Además, realizó despejes importantes y cortó varias habilitaciones que buscaban generar peligro en la portería de su equipo.

Sin embargo, la fortuna no estuvo de su lado en los momentos cruciales. A falta de apenas dos minutos para el final del encuentro, tras un remate de Jorge Carrascal que parecía irse por encima del arco, la pelota golpeó el cuerpo de Rojo, quien, intentando cerrar el arco, terminó desviando el balón en dirección contraria a su portero, dejando a Nazareno Colombo sin ninguna opción.

Este autogol fue decisivo para que Flamengo venciera a Racing en Brasil con un marcador de 1-0.

La historia de Rojo en el partido no terminó allí. En los minutos de descuento, en una disputa aérea, saltó para cabecear contra Gonzalo Plata y, en esa acción, conectó un codazo involuntario a Santiago Sosa.

La fuerza del impacto fue tal que Rojo quedó ensangrentado, con heridas visibles en la cara y una fractura en un ojo, que lo marginará de la revancha en la serie semifinal.

La lesión ha generado preocupación en la escuadra rojinegra, que cuenta con pocas alternativas en esa posición.

Tras el encuentro, Rojo se mostró autocrítico y resignado ante la pérdida, pero con la intención de revertir la serie en la próxima ocasión. “Pateé la pelota, rebotó en un compañero y en otra pierna, y terminó en suertes de rebote. Fue una pena, porque hicimos un gran esfuerzo y terminar perdiendo así duele, pero todavía creemos que podemos darlo vuelta en casa”, expresó. Además, destacó la dificultad del torneo y el compromiso del equipo pese a los obstáculos.

Este jugador, que llegó a Racing en 2023 tras su paso por clubes europeos y su etapa en Boca Juniors, fue fichado por pedido del entrenador Gustavo Costas.

Rápidamente se convirtió en un referente del vestuario, aportando liderazgo y potencia en la defensa. Su llegada también estuvo marcada por conflictos internos en Boca, enfrentamientos con dirigentes y diferencias con Miguel Ángel Russo, ex DT del club.

En términos económicos, la transferencia de Rojo a Racing se valoró en aproximadamente 52 millones de dólares, lo que en euros, según la cotización actual, equivale a unos 48 millones.

La inversión refleja la expectativa de que el argentino aportara experiencia y solidez en un momento clave del torneo continental.

Racing, por su parte, continúa con la esperanza de revertir la eliminatoria en la vuelta que se disputará en Argentina. La ausencia de Rojo será un golpe duro, pero el equipo confía en sus recursos para seguir soñando con la final de la Libertadores. La revancha promete ser un duelo apasionante, y el club deberá buscar alternativas para suplir la lesión del defensor y afrontar la segunda parte con la misma entrega y compromiso que en el partido de ida.