El conjunto argentino logró una victoria crucial en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana, gracias a un gol en el tiempo añadido en un encuentro disputado en La Fortaleza.

Lanús consiguió cerrar de manera dramática su clasificación a las semifinales de la Copa Sudamericana tras vencer a Fluminense en un encuentro repleto de emociones que se resolvió en el minuto final.

El partido, correspondiente a la ida de los cuartos de final, se disputó en el estadio de La Fortaleza, donde el equipo argentino mantuvo una postura conservadora durante la mayor parte del partido, confiando en su localía y en aprovechar las ocasiones que se presentaran.

Desde el comienzo, el conjunto local salió decidido a controlar el ritmo del juego, gestionando la pelota y atacando con mayor intención que su rival brasileño, que mostró un esquema ordenado pero sin muchas oportunidades claras en las primeras fases.

La línea defensiva de Lanús se mostró compacta, mientras que los remates al arco, por parte de ambos equipos, se dispersaban lejos de las metas, contribuyendo a un primer tiempo que destacó por su equilibrio y pocas ocasiones de gol.

El encuentro fue caracterizado por su franqueza y poca dureza, con el árbitro uruguayo Gustavo Tejera manteniéndose al margen ante las jugadas, solo sacando una tarjeta amarilla en el segundo tiempo.

La monotonía del partido pareció prolongarse más allá del descanso, hasta que en los minutos finales surgió la jugada que cambió el destino del partido.

Fue en ese momento cuando, tras un contraataque vertiginoso, Marcelino Moreno recibió un pase preciso en el área y, tras un despeje del arquero y un rebote en el poste, logró convertir el único gol del encuentro.

Esa anotación en el minuto 93 desató la euforia en La Fortaleza y dejó al equipo argentino en una posición preferencial para avanzar a semifinales.

El valor del triunfo de Lanús, que en su historia ha sido tradicionalmente un club con presencia en torneos internacionales en Sudamérica, se calcula en aproximadamente 43.000 euros, equivalentes a los 50.000 dólares de aquella época, ajustando a las variaciones del mercado. Este resultado otorga a Lanús una ventaja significativa de cara al partido de vuelta en Río de Janeiro, en el emblemático Maracaná, que se jugará el próximo martes.

El equipo argentino, que ya en pasadas ediciones ha dejado huella en competiciones continentales, ahora mira con esperanza su próximo desafío. La clasificación a semifinales sería un logro importante, que fortalecería su confianza y perfil internacional, buscando repetir o incluso superar sus mejores actuaciones en torneos sudamericanos, donde en ocasiones ha llegado a cuartos de final y semifinales.

Por su parte, Fluminense, que cuenta con una rica historia en el fútbol brasileño y sudamericano, deberá replantear su estrategia si desea revertir la situación en la vuelta.

La llave aún está abierta, pero el trabajo realizado en Argentina sitúa a Lanús en una posición favorable, persuadiendo a sus hinchas de un posible pase a la siguiente ronda, recordando que el fútbol sudamericano siempre reserva sorpresas y emociones en cada minuto del partido.