En una tarde llena de sentimientos en el King Power Stadium, Jamie Vardy escribió el capítulo final de su historia con Leicester City, en un partido que quedará en la memoria de todos los aficionados.

Con 38 años, el delantero inglés disputó su partido número 500 con el club y anotó su gol número 200, en una victoria por 2-0 frente a Ipswich Town.

Este día tuvo un significado especial desde hace tiempo para Vardy, pues el 18 de mayo de 2012 fue la fecha en que firmó su contrato con Leicester, procedente de Fleetwood Town.

Desde entonces, su trayectoria ha sido un ejemplo de perseverancia y éxito, convirtiéndose en un ícono del fútbol inglés. La jornada del 19 de mayo de 2024 fue el cierre perfecto para una carrera llena de logros y momentos históricos.

El gol de Vardy llegó en el minuto 28, tras una rápida carrera en profundidad, culminando con un disparo preciso que superó al arquero Alex Palmer y desató la euforia en el estadio.

La asistencia fue de James Justin, quien le entregó el balón en el momento justo. La afición, que ya le había brindado una ovación desde antes del inicio, no pudo contener su emoción y coreó su nombre durante varios minutos.

Aunque Ipswich comenzó el partido con intensidad, con Leif Davis golpeando el poste y Sam Morsy disparando por encima del arco, fue el gol de Vardy el que tranquilizó a los locales y recordó a todos la calidad y entrega que caracterizaron su carrera.

Tras el descanso, el joven talento McAteer añadió un segundo tanto, asegurando la victoria y ofreciendo un rayo de esperanza en una temporada difícil, marcada por el descenso del equipo a la Championship.

La despedida de Vardy trascendió el resultado en la tabla. A lo largo de los años, su aportación al Leicester fue mucho más que goles. Lideró la hazaña del título de la Premier League en 2016, un logro considerado uno de los mayores momentos en la historia del fútbol inglés, cuando un equipo considerado outsider derrotó a gigantes como Manchester City y Chelsea.

Además, conquistó la FA Cup, la Community Shield y dos títulos de la Championship, dejando una huella imborrable en la institución.

El presente de Leicester no es el mejor, ya que la relegación ya está confirmada y en la actual temporada, bajo la dirección de Ruud van Nistelrooy, ocupan la 18ª posición con 25 puntos.

Sin embargo, la jornada del 19 de mayo fue un día de celebración y agradecimiento para la afición, que homenajeó a uno de sus jugadores más emblemáticos.

Tras el partido, Vardy fue recibido con honores por los hinchas y su familia. Le entregaron diversos regalos, incluyendo un trofeo de oro en forma de zorro, símbolo del club, y un libro con fotos que repasan su carrera. Como cierre emotivo, también recibió el galardón al Jugador de la Temporada 24/25, un reconocimiento que le dedicaron sus compañeros y seguidores.

En declaraciones, Vardy expresó su gratitud: “Desde el fondo de mi corazón, gracias. Gracias por acogerme a mí y a mi familia como uno más. Espero haberles devuelto un poco de todo ese cariño durante estos años”. Su historia en Leicester ha sido un ejemplo de superación, ya que en sus inicios fue un jugador modesto y sin gran fama, pero con trabajo y perseverancia logró llegar a la élite del fútbol mundial.

Su impacto en la historia del club y del fútbol inglés es indiscutible. En una época en la que se valoran cada vez más los valores de esfuerzo y dedicación, Vardy se convirtió en símbolo de esperanza y determinación para millones de aficionados.

Aunque su etapa en Leicester concluye, su legado quedará grabado en la memoria de todos los seguidores del equipo y del fútbol británico en general.

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