El domingo, Luciano Spalletti comunicó a través de una conferencia de prensa que la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) planea despedirlo como entrenador de la selección nacional.

La decisión llega tras una derrota categórica de Italia contra Noruega por 0-3 en un partido disputado la semana pasada, que reavivó las preocupaciones sobre una posible eliminación del Mundial 2026.

La cita mundialista, que será organizadada conjuntamente por Estados Unidos, México y Canadá en aproximadamente un año, amplía el número de participantes a 48 países, lo que implica una mayor competitividad y expectativa en las eliminatorias.

Desde su llegada en agosto de 2023, Spalletti dirigió un total de 23 encuentros, logrando 11 victorias, 6 empates y 6 derrotas, pero los resultados recientes y la actuación del equipo no han sido suficientes para evitar su salida.

La derrota en Noruega dejó a Italia con sólo tres puntos en el grupo I de las eliminatorias UEFA, a nueve de Noruega, que ha ganado sus tres partidos disputados, y con perspectivas complicadas para avanzar.

La próxima prueba del equipo será contra Moldavia, en Reggio Emilia, en un encuentro clave para mantener las esperanzas de clasificación directa para el Mundial.

Spalletti, en su despedida como seleccionador, expresó que no tenía intención de renunciar, pero que la decisión de la FEDAI era clara. "Hablé anoche con el presidente y me comunicó que me relevarán. Yo quería seguir, pero entiendo que lo mejor para la selección es un cambio de rumbo. No quiero obstaculizar el trabajo que venga después", comentó. Además, destacó que su principal objetivo era dejar una base sólida para el próximo ciclo mundialista y reconoció que fue su mayor desafío no haber logrado expresar completamente su estilo de juego con la selección.

El técnico también manifestó su satisfacción por el trabajo realizado, aunque admitió estar decepcionado consigo mismo. "No pude sacar lo mejor de todos los jugadores. Estoy decepcionado, pero agradezco la atención y respeto que brindaron en los medios durante este proceso", afirmó. Se estima que su etapa en la selección terminará tras la iniciativa contra Moldavia, en la cual quisiera lograr una victoria que sirva de impulso para el equipo.

Históricamente, Italia ha sido una de las potencias del fútbol mundial, con cuatro Mundiales y una serie de Europeos que la colocan como uno de los países con más tradición futbolística.

Sin embargo, en los últimos ciclos, ha atravesado momentos difíciles, incluyendo la eliminación en octavos de final en la Eurocopa 2024 y ahora, la incertidumbre para el próximo Mundial.

La FIGC ya analiza posibles reemplazos, entre los nombres que suenan figuran Stefano Pioli y Claudio Ranieri, quienes tienen experiencia en clubes importantes y podrían aportar a un ciclo que debe ser mucho más competitivo para garantizar un lugar en la fase final.

Con el Mundial a la vista y la necesidad de reestructurar el equipo, Italia inicia un nuevo capítulo en su historia futbolística, con la mirada puesta en cómo recuperar su tradicional estatus en el escenario mundial y clasificar en tiempo y forma.

La elección del próximo seleccionador será clave para definir un camino que permita a la 'Azzurra' regresar a las grandes citas con fuerza y confianza.