La transferencia del delantero Maximiliano Salas de Racing a River Desató una serie de incidentes, incluyendo insultos, amenazas y filtraciones que afectaron tanto al jugador como a su familia, en medio de una disputa económica entre clubes.

Tras la temprana eliminación de los equipos argentinos en el Mundial de Clubes, se ha desatado en el fútbol local una historia que promete dejar huella en el invierno de 2025.

La novela del momento es la operación de traspaso del delantero Maximiliano Salas, actualmente en Racing Club, hacia River Plate. Lo que empezó como una posible negociación deportiva, rápidamente se convirtió en una controversia que involucra insultos, amenazas y filtraciones, creando un clima de tensión en torno a la transferencia.

Maximiliano Salas, que milita en Racing, se encuentra en plena pretemporada en Ciudad del Este, Paraguay. Aunque sigue siendo jugador del club de Avellaneda, la relación con el entrenador Gustavo Costas se ha enfriado notablemente. De hecho, para el amistoso contra General Caballero, el técnico decidió dejarlo en el banco y no incluirlo en el once titular, una decisión que refleja claramente que el jugador ya no forma parte de los planes inmediatos del equipo.

Esta situación se ha visto agravada por las reacciones de los hinchas y sectores allegados, quienes han manifestado su descontento a través de las redes sociales.

Incluso, Salas cerró los comentarios en su cuenta de Instagram debido a los reiterados insultos y ataques que recibía, entre ellos calificativos como "traidor" y "desagradecido".

Pero el episodio más grave ocurrió cuando personas no identificadas filtraron el número de teléfono personal del jugador y su dirección domiciliar, sumándose a una serie de amenazas y mensajes intimidatorios dirigidos no solo a él sino también a su esposa, Magalí, y a otros familiares cercanos.

La situación escaló tanto que en las inmediaciones del estadio de Racing aparecieron pasacalles contra Marcelo Gallardo, director técnico de River Plate, y contra el plantel del club de Núñez.

El contexto histórico de estas tensiones tiene raíces en los prolongados conflictos entre clubes por el pago de transferencias. Racing, en concepto de la transferencia, intenta cobrar una cifra cercana a los 13,5 millones de euros, equivalente a los 15 millones de dólares que en 2025 corresponden a esa cantidad en moneda local, por la cláusula de rescisión del contrato de Salas.

Por su parte, River Plate ha manifestado su interés en negociar directamente con Racing, y el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia, ha intervenido para promover un acuerdo mediante pactos de caballeros entre dirigentes.

Estos desencuentros no son nuevos en el fútbol sudamericano, donde las negociaciones suelen acompañarse de disputas públicas y presiones de diferentes sectores.

La historia de Salas en Buenos Aires comenzó en 2024 y, en ese tiempo, ha sido protagonista de varias polémicas, tanto deportivas como extradeportivas.

La expectativa ahora está puesta en cómo avanzará la negociación y si las amenazas y filtraciones afectarán negativamente la carrera del joven delantero.

Por el momento, todo indica que la transferencia aún no está cerrada y que las partes continuarán negociando en medio de un clima de tensión. La historia continúa desarrollándose, y el mundo del fútbol permanece atento a los próximos pasos de esta polémica operación.