El tiempo parece dar la razón a quienes prefieren la prudencia a la hora de evaluar a un joven talento. Claudio Echeverri, apodado el Diablito, fue la gran revelación del Mundial Sub-17 hace dos años, cuando dejó huella con su desequilibrio y, sobre todo, al anotar tres goles frente a Brasil en los cuartos de final.

Después de su salida de River Plate hacia el Manchester City, las expectativas eran altas, pero la adaptación a Europa tardó en hacerse notoria.

Pep Guardiola reconocía su talento en entrevistas, pero avisaba que el chico chaqueño necesitaba tiempo para acostumbrarse a un fútbol distinto. Si aún no se había consolidado como titular en River, era lógico pensar que el salto a un City ya campeón de Europa necesitaría paciencia. En su primera etapa en el club inglés, la participación fue limitada: apenas cinco minutos en la Premier League, unos 15 minutos a lo largo de un partido de la FA Cup, y su único gol llegó cuando fue titular en el Mundial de Clubes frente al Al Ain.

El rendimiento durante esa temporada coincidió con la época más convulsa para Guardiola, lo que terminó impulsando que el City Group optara por una cesión.

Sin embargo, la Bundesliga no resultó decisiva para su desarrollo: acumuló 11 partidos y unos 270 minutos, sin tantos pro. Ante esa realidad, desde su entorno se analizó la posibilidad de retornar a River, pero el negocio de City Group funciona con reglas propias. Decidió que Echeverri continuara su carrera en una de sus filiales, el Girona de España, club al que pertenecen a través de la misma estructura económica.

En las últimas semanas, todo parece acordado para que el Diablito emigre a Girona a partir de enero, con el objetivo de sumar minutos y rodaje en una liga competitiva.

El Girona disputó la Champions League la temporada pasada, y si bien ahora ocupa posiciones peligrosas en la liga, 18º de 20, la llegada de un joven con proyección internacional es vista como una oportunidad para el club y para el propio jugador.

La cifra de la operación, estimada en unos 27,6 millones de euros, refleja la valoración de un talento que City Group intenta perfeccionar para futuras operaciones dentro de su red global.

Fuera del terreno de juego, Echeverri vivirá en Girona, una ciudad catalana a poca distancia de la región donde Messi dio sus primeros pasos en el profesionalismo, y donde la paciencia tendrá que marcar su progreso.