El encuentro entre Argentinos Juniors e Independiente Rivadavia dejó un sabor agridulce para los locales, quienes no lograron capitalizar su dominio en el partido.

A pesar de haber mostrado un juego más proactivo y de haber llevado la iniciativa durante gran parte del tiempo, el equipo dirigido por Gabriel Milito careció de efectividad en la zona de definición, un aspecto crucial en el fútbol.

Desde el inicio, Argentinos Juniors se mostró como el constructor del juego. Con una salida ordenada desde el fondo y Federico Fattori, quien se erigió como el eje del mediocampo, la escuadra de La Paternal logró generar ocasiones a través de Nicolás Oroz y Alan Lescano, mientras que la banda izquierda, liderada por Sebastián Prieto, aportó profundidad al ataque.

A pesar de ello, los delanteros no encontraron la manera de romper el cerco defensivo del rival, específicamente Ezequiel Centurión, quien tuvo una tarde tranquila bajo los tres palos.

Los dirigidos por Milito intentaron en múltiples ocasiones, pero las jugadas culminaron en frustraciones. Argentinos remató en tres ocasiones entre los palos, pero los disparos, aunque en su mayoría fueron correctamente ejecutados, no lograron convertir.

Un tiro libre de Oroz y algunas llegadas de media distancia no pusieron en aprietos a Centurión, quien resolvió con solvencia los intentos de sus adversarios.

Independiente Rivadavia se defendió con un planteamiento táctico bien definido, optando por el contragolpe. Con un esquema similar a un 4-3-1-2 que se replegó en fase defensiva como un 4-4-2, lograron obstaculizar las llegadas de Argentinos. Si bien el equipo mendocino no fue capaz de generar jugadas claras a favor, supieron neutralizar los avances de su rival, incluso frustrando las intenciones de la velocidad de Sebastián Villa en los contragolpes.

En la segunda mitad, el técnico argentino impulsó cambios con la intención de dar una inyección de energía al ataque. Con el ingreso de Román Vega, Ismael Sosa y Rubén Bentancourt, el equipo parecía recuperarse y buscar más ocasiones. Sin embargo, a medida que avanzaba el partido, la desesperación por marcar se traducía en apuros en el tramo final, lo que condujo a una falta de claridad en los últimos metros.

Un cruce decisivo de Sheyko Studer frustró las intenciones de Bentancourt para enfrentar al arco, mientras que Centurión volvió a demostrar su buen posicionamiento al achicar ante otro intento del uruguayo.

A pesar de las maniobras ofensivas, A medida que el tiempo pasaba, Independiente reforzó su defensa, alineando a Matías Valenti en la izquierda y a Alejo Osella como central, lo que terminó formando una línea de cinco defensores en el cierre del encuentro.

En última instancia, Argentinos Juniors se quedó con un valioso punto que, aunque les aleja de la cima de la Zona A, les permite mantener una competitividad que será vital en las próximas fechas del torneo.

La búsqueda de la eficacia frente al arco será un desafío que deberán afrontar si desean escalar posiciones y continuar aspirando a los primeros lugares.