Venezuela y Bolivia protagonizaron un encuentro decisivo en la fase de clasificación para el Mundial 2026, disputado en el estadio Monumental de Maturín.

En esta jornada, las selecciones buscaron sumar puntos para consolidar sus opciones de avanzar a la próxima fase de la eliminatoria sudamericana.

Previo a este enfrentamiento, Venezuela ostentaba 15 puntos y se ubicaba en la séptima posición de la tabla, lo que la situaba en zona de repesca.

Por su parte, Bolivia tenía 14 unidades y ocupaba la octava plaza, siendo aún más urgente para ellos obtener una victoria para mantenerse con aspiraciones de avanzar directamente o al menos en la repesca.

El partido se tornó en un duelo de alta intensidad, donde los errores podrían marcar la diferencia. Y así fue: a los cuatro minutos de juego, un incidente desafortunado cambió radicalmente el desarrollo del encuentro. Héctor Cuéllar, mediocampista boliviano, entregó un pase fácil hacia su arquero Guillermo Viscarra, que fue claramente un error de concentración.

Viscarra, de 32 años y que había brillado en la Copa Libertadores con clubes bolivianos como Bolívar y The Strongest, se quedó un instante paralizado al momento de intentar controlar la pelota.

Su error fue insólito: permitiendo que el balón se le escapara entre las piernas, otorgando a Venezuela una oportunidad inmejorable para abrir el marcador.

La pelota ingresó en la portería y significó el primer gol del partido, poniendo en ventaja a La Vinotinto desde muy temprano.

El arquero, visiblemente desconcertado tras este acontecimiento, permaneció unos segundos mirando al suelo, claramente afectado por el error. Héctor Cuéllar, en su intento de consolarlo y mantener la concentración del equipo, se acercó para brindarle apoyo. A pesar de ese contratiempo, Bolivía intentó mejorar su rendimiento, pero el ajustado marcador les dificultaba avanzar en el marcador.

La situación se complicó aún más para Bolivia cuando, a los 30 minutos de la primera parte, Salomón Rondón anotó el segundo tanto para Venezuela.

Rondón, figura veterana y capitán de la selección venezolana, encontró el espacio en el área rival para definir con precisión, solidificando la victoria y complicando aún más las posibilidades de Bolivia de clasificar.

Este resultado implica que Venezuela se acerca a asegurar su pase directo o al menos peleará por un puesto en la repesca. La derrota de Bolivia, por su parte, reduce sus opciones y les obliga a replantear sus próximas jornadas con mayor urgencia.

Históricamente, estos partidos entre Venezuela y Bolivia están llenos de altibajos, y ambos países han experimentado momentos destacados en las Eliminatorias sudamericanas.

Bolivia, con una historia marcada por su condición de país andino con altitudes elevadas y una selección que ha tenido actuaciones destacadas en ediciones previas, busca en esta fase de clasificación regresar a un Mundial después de su participación en 1994 en Estados Unidos, su última presencia.

Por otro lado, Venezuela, considerada una de las últimas en consolidarse en el fútbol internacional, también aspira a su primera clasificación a la fase final del torneo mundial, en un proceso que ha ido ganando fuerza en los últimos años gracias a inversiones y el crecimiento de jugadores emergentes.

En cifras, los errores como el del arquero boliviano se cobran caros en la eliminatoria, donde cada punto puede ser decisivo para definir quiénes avanzan y quiénes quedan fuera.

La próxima jornada será crucial para ambas selecciones, que deberán ajustar sus estrategias para lograr los objetivos en manos y cumplir con las expectativas de sus seguidores.