El capitán de Lanús, Carlos Izquierdoz, culmina una carrera marcada por éxitos y compromiso tras ganar la Copa Sudamericana 2025. A sus 37 años, el defensor siente que su historia en el club está live y deja abierta la posibilidad de un último torneo internacional antes de retirarse.

La victoria definitiva en la Copa Sudamericana 2025 ha marcado un momento emblemático en la historia reciente de Lanús, y su capitán, Carlos Izquierdoz, ha sido una pieza fundamental en la conquista.

Para el jugador nacido el 3 de noviembre de 1988 en San Carlos de Bariloche, este logro no sólo significa un título más, sino el cierre de un ciclo y el cumplimiento de un sueño personal.

Desde su debut en la Primera B Metropolitana en la temporada 2009-10, cuando fue cedido a préstamo a Atlanta, Izquierdoz ha demostrado una clara fidelidad por el club del Sur del Gran Buenos Aires.

Su vínculo con Lanús trasciende lo profesional, ya que fue parte de su formación desde las inferiores, vivió en la pensión del club y siente que su historia está ya estrechamente ligada a esta institución.

Tras años de esfuerzo y sacrificio, Izquierdoz logró coronarse en la noche del sábado en Asunción, en un estadio que rebosaba de emoción y orgullo por parte de unos 15 mil hinchas que cantaban su nombre.

La afición no solo le brindó una ovación por su rendimiento en toda la Copa, sino que también expresó su deseo de que continúe en el club. “Lanús significa mucho para mí, más allá de que salí y volví, este título lo corona todo”, expresó con humildad.

Su carrera no ha sido sencilla; ha tenido que sortear lesiones, cambios de clubes y momentos de duda, pero cada uno de estos obstáculos contribuyó a formar al jugador y capitán que hoy todos admiran.

En la final, su desempeño fue clave: atajadas importantes durante el tiempo reglamentario, así como la capacidad de mantener la calma en la definición por penales, donde tapó tres disparos decisivos.

El equipo, que también contó con la destacada actuación del portero Nahuel Losada y del zaguero paraguayo José Canale, mostró un sistema muy bien organizado y una mentalidad de equipo que no se rindió frente a adversidades.

La clave de su éxito estuvo en la cohesión y en la adaptabilidad, principios que Izquierdoz resaltó en sus declaraciones post-partido.

Desde el punto de vista histórico, esta es la segunda vez que Lanús conquista la Copa Sudamericana, logrando un bicampeonato con jugadores que han quedado en la memoria del club, incluido el propio Izquierdoz.

La primera vez fue en 2013, también bajo su liderazgo dentro del campo.

Pese a la euforia, Izquierdoz no ha mencionado públicamente su retiro, aunque todo indica que su próximo paso dependerá del nivel físico y emocional que tenga en los próximos meses.

“Me gustaría jugar en la Libertadores el próximo año, sería un cierre perfecto para mi carrera si puedo disputar otra copa internacional con Lanús”, afirmó.

La ilusión del capitán y de toda la hinchada es que siga dando pelea en el fútbol internacional, aunque la sensación predominante es que su etapa como jugador profesional está llegando a su fin.

El jugador, que ya cuenta con 37 años, ha dejado un legado imborrable en Lanús y en el fútbol argentino, y su historia servirá de inspiración para futuras generaciones.

Más allá de los títulos y reconocimientos, su entrega y compromiso han convertido a Carlos Izquierdoz en un símbolo del club, y su futuro aún es incierto, pero su legado y ejemplo permanecen intactos.