La selección argentina de fútbol Sub-20 enfrenta a Nigeria en octavos de final en Santiago, con la esperanza de lograr su séptima medalla de oro en la historia de la categoría. La participación de jóvenes talentos como Carrizo, Sarco, Soler y Delgado mantiene viva la ilusión de avanzar en el torneo mundialista.

Cada vez que la Copa del Mundo Sub-20 se celebra, los medios especializados comienzan a señalar a Argentina como uno de los equipos con mayores posibilidades de consagrarse campeona, independientemente de los futbolistas que integran el plantel o el momento en que atraviesan.

Este miércoles, desde las 16:30 horas en el Estadio Nacional de Santiago, el equipo dirigido por Diego Placente enfrentará a Nigeria en los octavos de final en lo que se presenta como un duelo de gran intensidad y física.

La esperanza de conquistar la séptima medalla de oro en la historia de Argentina en esta categoría se sostiene en el rendimiento del equipo y en la calidad de algunos de sus jóvenes futbolistas, quienes despiertan la admiración de todos los ojeadores presentes en Chile.

Cuando se supo que Claudio Echeverri, Valentín Carboni y Franco Mastantuono no estarían en la cita mundialista por decisión de sus clubes, el cartel de estrella pasó a ser de Maher Carrizo.

Este joven nacido en Santiago del Estero llegó a Vélez en 2015 tras destacarse en un torneo en Sunchales defendiendo los colores de Sarmiento de La Banda.

Los primeros años en el club no fueron sencillos, ya que Vélez solo le pudo brindar educación, pero sus abuelos maternos, Manuel y Cristina, ayudaron pagando su departamento, donde vivía con su madre, María Cristina, y su hermano, Fabrizzio.

Hoy, Manuel, el abuelo orgulloso, atiende una verdulería en Santiago de Estero, donde las camisetas del club y de la selección argentina que le regaló su nieto decoran su local.

Carrizo, quien ha disputado 47 partidos con Vélez, es un jugador polifacético, aunque principalmente lo conocen como extremlateral zurdo. Sin embargo, en las inferiores, casi toda su carrera la realizó como centrodelantero, lo que explica su versatilidad. Para Lucio Placente, técnico del equipo, Carrizo representa una oportunidad histórica, ya que en los partidos del Mundial aún no ha logrado anotar en los 237 minutos en los que participó, pero su potencial ha sido reconocido por su talento y presencia en cancha.

Por otro lado, Julio Soler, capitán del equipo, es el más experimentado del plantel. Con 65 partidos en Primera División, sumando 58 en Lanús y 7 en Bournemouth, y tras disputar los Juegos Olímpicos de París en 2024, su liderazgo es fundamental en la cancha.

Nacido en Paraguay y nacionalizado argentino, Soler fue vendido en 2025 a la Premier League en una transferencia valorada en aproximadamente 13.4 millones de euros. Sus principales virtudes son su madurez, concentración, buen dominio del balón y potencia para avanzar por la banda, además de ser un competente en tareas defensivas.

Ha sido considerado por Lionel Scaloni, entrenador de la selección mayor, y tiene posibilidades de integrar la lista para el Mundial 2026.

Otra figura destacada es Alejo Sarco, autor de dos goles en el torneo hasta ahora, incluidos logrados frente a Cuba y Australia. Con fuerza física, no necesita participar demasiado en el juego para marcar diferencias. Tras rescindir en Vélez, donde jugó 9 partidos y anotó un gol, firmó gratuitamente con Bayer Leverkusen en enero, una operación que valoró al atacante en torno a 9 millones de euros.

Sarco representa la referencia en la ofensiva y su presencia en el equipo aporta poder de gol.

En la mitad del campo, Milton Delgado funciona como un mediocampista de contención. Con experiencia previa en Boca Juniors, donde jugó 34 partidos, se caracteriza por su temple y personalidad, además de ser uno de los líderes en recuperación de balones, con un promedio de 8 en cada partido.

Delgado ha sido destacado por figuras como Leandro Paredes, por su nivel y compromiso.

Históricamente, Argentina ha tenido un papel destacado en los Mundiales Sub-20, habiendo logrado el título en seis ocasiones, la más reciente en 2017 en Corea del Sur.

La primera final de Argentina en esta categoría fue en Holanda 2005, donde Lionel Messi marcó un doblete en la victoria por 2-1 sobre Nigeria. Además, el país ha tenido actuaciones memorables, como en 2009 en EGipto y en 2013 en Turquía, consolidándose como una potencia en estas competencias.

La eliminatoria contra Nigeria será la tercera vez que ambas selecciones se enfrentan en octavos en mundiales juveniles, recordando aquella final del 2005 y los octavos del 2023, en los que Argentina cayó ante Nigeria en San Juan tras una fase de grupos invicta.

El torneo en Santiago promete otro capítulo apasionante para Argentina, que busca repetir la gloria pasada y promover el crecimiento de sus jóvenes talentos, quienes buscan escribir su propia historia en el escenario mundial.