La organización del Mundial Sub 17 en Qatar presentó a 'Boma', la mascota inspirada en Bora Milutinovic, símbolo de sabiduría y descubrimiento de talentos en el fútbol juvenil. El torneo, con récord de participación, se llevará a cabo en el complejo Aspire Zone, destacando las instalaciones de primer nivel y el crecimiento del fútbol infantil en la región.

El fútbol juvenil en todo el mundo ha encontrado en una figura simbólica un reflejo de sus valores y aspiraciones: la mascota oficial del Mundial Sub 17 que se disputará en Qatar desde el lunes 3 de noviembre.

La FIFA ha presentado a 'Boma', un búho que rinde homenaje a uno de los entrenadores más respetados y carismáticos del deporte, Velibor “Bora” Milutinovic.

Esta criatura no solo representa a un ave típica del desierto árabe, sino que también simboliza la sabiduría, la visión y el liderazgo, virtudes que caracterizaron la trayectoria de Milutinovic en el mundo del fútbol.

Boma, cuyo nombre deriva de la palabra árabe para “búho”, refleja la esencia de Bora, quien fue pionero en descubrir y potenciar talentos jóvenes en diversas culturas y continentes.

El entrenador serbio, con 81 años, es conocido por haber dirigido cinco selecciones nacionales en cinco Copas del Mundo consecutivas, un récord único en la historia del fútbol: México 1986, Costa Rica 1990, Estados Unidos 1994, Nigeria 1998 y China 2002.

Esta residencia en el torneo mundial, así como su compromiso con el desarrollo del fútbol juvenil, hacen que la elección de su figura como inspiración para la mascota tenga un profundo significado.

El Mundial Sub 17 de Qatar será la edición más grande en la historia del torneo juvenil, con la participación de 48 selecciones nacionales, superando las ediciones anteriores que usualmente congregaban a menos países.

Este evento de gran magnitud servirá también como preámbulo para el Mundial de Mayores de 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México, con un formato similar.

Todos los partidos se jugarán en el moderno complejo de la Academia Aspire, conocido por sus instalaciones de primer nivel, que alojará ocho encuentros diarios, sumando un total de 104 partidos hasta la final.

La final está programada para el 27 de noviembre, a las 19:00 hora local, en el Estadio Internacional Khalifa, uno de los recintos emblemáticos que también fue sede del último Mundial de 2022.

La selección argentina, con Diego Placente en el banquillo, debutará enfrentando a Bélgica en el grupo que también incluye a Túnez y Fiji. La confianza en las instalaciones, y en el desarrollo del talento juvenil, está garantizada por las palabras de Bora Milutinovic, quien en su visita a Qatar en 2004 dirigió al Al Sadd SC y conquistó la Copa del Emir.

Desde su llegada a Qatar, Milutinovic ha destacado la calidad de las infraestructuras y la importancia de que los jóvenes futbolistas tengan ambientes adecuados para crecer.

“Aspire Zone cuenta con algunas de las mejores instalaciones del mundo. La Sub-17 se jugará en condiciones ideales’, afirmó el técnico, que todavía mantiene una energía envidiable a sus 81 años.

Para Bora, la experiencia en una Copa del Mundo es un sueño hecho realidad, y a nivel Sub 17, lo más importante es que los jóvenes disfruten del juego, ya que esa experiencia les ayuda a crecer tanto en lo personal como en el deporte.

Reflexionó además que, en el fútbol juvenil, la inspiración, el talento y el espíritu de lucha son los ingredientes que deciden los partidos, y que la química de un equipo puede hacer la diferencia.

Milutinovic, quien también tiene un vínculo especial con Argentina debido a su paso por San Lorenzo en 1987, recuerda con cariño aquel período en su carrera.

Dirigió al equipo durante ocho partidos oficiales y conquistó una invicto, incluyendo una memorable victoria en La Bombonera contra Boca Juniors, con un tanto de cabeza de Darío Siviski en su despedida.

Su historia y su filosofía siguen sirviendo de inspiración en el fútbol mundial, y ahora, con Boma como símbolo, la próxima generación de talentos jóvenes tendrá en el torneo en Qatar un escenario ideal para soñar en grande.