El equipo de River Plate enfrenta varias combinaciones para avanzar a los octavos de final del Mundial de Clubes, tras empatar sin goles en su partido en Los Ángeles y en medio de un sistema de desempate que genera confusión.
Desde la conclusión del empate sin goles entre River Plate y Rayados de Monterrey en el estadio Rose Bowl de Los Ángeles, los aficionados y analistas comenzaron a analizar las diferentes posibilidades de clasificación del equipo argentino para la siguiente fase del Mundial de Clubes.
La situación se complicó aún más debido a la reciente modificación en las reglas de desempate del torneo, implementadas por la FIFA, que afectan la manera en que los equipos emparejados en puntos perciben sus chances.
El partido en cuestión fue fundamental para determinar las opciones de River, que actualmente se encuentra en una posición delicada en el Grupo E. A medida que avanzaba la fase de grupos, surgieron varias dudas respecto a los criterios que determinarán quiénes avanzarán, sobre todo en caso de empate en puntos con otros equipos; en este caso, Rayados de Monterrey y el Inter de Milán.
Históricamente, el Mundial de Clubes ha tenido cambios en sus reglamentos para hacer más justo el criterio de clasificación en caso de igualdad de puntos.
Sin embargo, con el nuevo sistema, aún hay confusión. Los últimos reglamentos establecen que en caso de igualdad en puntos, se deben aplicar criterios como diferencia de goles, goles marcados en partidos entre los equipos empatados, y en última instancia, el fair play y sorteos.
Para que River tenga expectativas de pasar a los octavos de final, necesita ganar su próximo partido contra Inter de Milán en Seattle o, al menos, empatar marcando dos goles para no depender del resultado de otros partidos.
Si logra una victoria y Rayados pierde o empata con Urawa Red Diamonds, asegurará su pase, sin importar qué suceda en el enfrentamiento entre Rayados e Urawa.
Por otro lado, si River cae ante el conjunto italiano, su futuro dependerá de los resultados de los otros partidos. La situación se complica en escenarios donde todos los equipos tengan 5 puntos tras la última fecha, resultado que entraría en lo que se denomina un triple empate.
En ese caso, el criterio de desempate que se aplicaría sería el de diferencia de goles entre los equipos participantes, así como la cantidad de goles anotados.
Un dato relevante para entender estas condiciones es que en enfrentamientos previos, Rayados y Urawa Red Diamonds empataron 1-1 en su partido de fase de grupos, ajeno al resultado que ahora pueda suceder en la última jornada.
Si en ese escenario, River logra marcar un gol en el enfrentamiento contra Inter y empatar 1-1 o más, se clasificaría directamente siempre y cuando Rayados no gane por más de dos goles.
Además, si se llega a un empate de 2-2 en el partido River-Inter, ambos equipos avanzarían, eliminando a Rayados, sin importar el resultado entre los otros dos.
Desde el punto de vista histórico, el reglamento del Mundial de Clubes ha ido evolucionando desde su primera edición en 2000, cuando solo participaban los campeones de las confederaciones continentales y el campeón del país anfitrión.
En los años siguientes, el torneo amplió su formato y añadió reglas específicas para desempates, siempre con el objetivo de garantizar la transparencia y la equidad en la clasificación.
La inclusión de criterios como las tarjetas disciplinarias y sorteos busca evitar que situaciones iguales en puntos favorezcan a un solo equipo sin un método claro.
En definitiva, la clasificación de River en la fase final dependerá no solo de su rendimiento en el próximo partido, sino también de los resultados de sus rivales.
Mientras tanto, los bajos goles del partido en Los Ángeles dejan evidenciado que en el fútbol actual, las expectativas se centran en la planificación estratégica y en aprovechar las oportunidades, ya que una victoria en Seattle podría ser decisiva para que River continúe con aspiraciones en el torneo mundial.