La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) anunció oficialmente la reintroducción del público visitante en los partidos de la Liga Profesional, finalizando una restricción que duró más de una década. La decisión implica beneficios para clubes, hinchas y empresas de seguridad, y refleja un avance en la normalización del fútbol argentino.
Tras más de 12 años de restricciones, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) oficializó en las últimas horas el regreso del público visitante a los partidos de la Liga Profesional.
Este anuncio, realizado con un acto en el predio de Ezeiza, representa un paso importante para la vuelta a la normalidad en el fútbol argentino, un proceso que muchas entidades y seguidores venían reclamando desde hace tiempo.
La novedad no es solo una decisión de logística deportiva; también tiene repercusiones políticas y sociales significativas. Claudio Chiqui Tapia, presidente de la AFA, afirmó que esta medida marca 'un antes y un después', señalando que pone fin a una restricción que duró más de una década en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Sin embargo, esta decisión, si bien fue celebrada por muchos hinchas, también genera debate sobre las implicancias que tendrá en la seguridad y en la economía del fútbol.
Históricamente, la prohibición de visitantes en los estadios surgió en un contexto de preocupación por la seguridad y la violencia en los eventos deportivos, especialmente en los años 2000.
Durante esa época, incidentes graves obligaron a adoptar medidas restrictivas que afectaron tanto la asistencia a los partidos como la experiencia de los hinchas.
La recuperación del público visitante implica, además, un resurgir de la pasión y el espíritu de competencia en los estadios argentinos, donde los rivales de toda la vida podrán compartir el amor por el fútbol en igualdad de condiciones.
El avance ha sido posible gracias a un trabajo conjunto entre diferentes actores institucionales y políticos. La cercanía de Tapia con sectores del peronismo, incluyendo figuras como el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y otros referentes políticos de diferentes blocs, permitió impulsar esta iniciativa.
Además, hubo colaboración con representantes del PRO, quienes en 2023 respaldaron experiencias piloto en equipos como Argentinos Juniors y Excursionistas, permitiendo que las hinchadas visitantes puedan asistir en escenarios controlados.
El primer encuentro oficial con hinchas visitantes será en la provincia de Buenos Aires, en el estadio de Lanús, uno de los clubes con mejor relación con la AFA.
Esta llegada también tiene implicaciones económicas, ya que la reactivación de la venta de entradas puede beneficiar a los clubes y a las empresas de seguridad privada, las cuales aumentarán sus servicios en los operativos.
La legislación deberá adaptarse para que los vigiladores puedan realizar funciones más allá de las preventivas tradicionales, lo que incrementará sus oportunidades laborales.
Por otro lado, no todos los clubes están contentos con la reapertura de sus estadios a visitantes. Algunos tienen una capacidad de venta de entradas reservada solo para socios y abonados, considerando que el costo de los operativos de seguridad puede superar los ingresos adicionales por entradas.
En estos casos, la reapertura será opcional, dejando la decisión a cada institución.
Este cambio en la política deportiva refleja también una recuperación del vínculo social y cultural que el fútbol argentino representa para su país.
La vuelta del público visitante no solo contribuirá a la emoción de los partidos, sino que también representa una señal de que el fútbol, tras años de restricciones por la pandemia y cuestiones de seguridad, empieza a retomar su cauce habitual.
Se espera que en los próximos meses se implementen de manera progresiva medidas que aseguren la seguridad de todos los asistentes y promuevan un ambiente de competencia sana y disfrute colectivo en los estadios de Argentina.