El pasado 11 de junio, Franco Mastantuono, promesa del fútbol argentino, activó la cláusula de rescisión de su contrato, establecida en 45 millones de euros, aunque la confirmación oficial de su incorporación al Real Madrid no llegó hasta esta semana.

La operación cerró con un monto total de aproximadamente 63,2 millones de euros (unos 57,3 millones de euros tras tasas y comisiones), desplazándose como la transferencia más costosa en la historia del fútbol argentino.

Esta transferencia representa un hito histórico, no solo por el monto económico, sino también por el valor que el mercado otorga a las jóvenes promesas.

Mastantuono, con solo 17 años, se convirtió en el futbolista argentino con la venta más significativa, superando a Enzo Fernández, quien en 2022 dejó al club de Núñez con un acuerdo que totalizó 52,5 millones de euros, distribuidos entre su paso por Benfica y posteriormente por Chelsea.

La tendencia de ventas millonarias en Argentina ha sido más prominente en los últimos años. River Plate, club formador de Mastantuono, es protagonista en esta lista, con otros jugadores que han pasado a clubes europeos por cifras que oscilan en los 20 y 30 millones de euros.

Entre ellos, Claudio Echeverri, transferido en 2024 por aproximadamente 21,7 millones de euros al Manchester City, y Lucas Beltrán, que en 2023 pasó a Fiorentina por unos 25 millones de euros.

El contexto del mercado refleja una tendencia global hacia el aumento en el valor de las jóvenes promesas, impulsada por las inversiones de clubes europeos en talentos sudamericanos.

En este escenario, se estima que la cláusula de Mastantuono en su contrato con el Real Madrid podría llegar hasta los 1000 millones de euros (aproximadamente 945 millones de euros en moneda local).

Esto demuestra la apuesta del club español en la joven promesa, valorando su potencial a largo plazo.

El mercado de transferencias en Argentina también incluye figuras como Sergio Agüero, vendido en 2006 por unos 21,7 millones de euros (unos 19,6 millones en euros actuales), y Walter Samuel, traspasado en 2000 por aproximadamente 20,8 millones de euros (unos 18,8 millones hoy).

Además, otros jugadores destacados como Lautaro Martínez y Pablo Aimar reflejan cómo los clubes argentinos han sido fundamentales en el desarrollo de talentos que luego alcanzan cifras récord en Europa.

En definitiva, esta operación del joven Mastantuono no solo establece un nuevo récord en Argentina, sino que también subraya la creciente valorización de las promesas del fútbol sudamericano en el mercado internacional.

La tendencia parece indicar que en los próximos años, las cifras de ventas millonarias seguirán aumentando, consolidando una era en la que los jóvenes talentos valen cada vez más, convirtiéndose en piezas clave para los clubes y las grandes ligas del viejo continente.