Rosario Central y San Lorenzo igualaron sin goles en un encuentro marcado por decisiones arbitrales controversiales, con ambos equipos sumando en sus objetivos en el torneo argentino. El punto dejó satisfechos a ambos clubes: Central mantiene su liderazgo con amplio margen y San Lorenzo asegura su clasificación a la próxima ronda internacional.

En un partido que mantuvo en vilo a los seguidores del fútbol argentino, Rosario Central y San Lorenzo no lograron romper el empate sin goles en un encuentro que se disputó en el Gigante de Arroyito.

Ambos equipos, con objetivos distintos, concluyeron satisfechos con el resultado: para el Canalla, seguir liderando su zona y acumular puntos importantes, y para el Ciclón, garantizar su pase a la siguiente fase y mantenerse en la lucha por clasificar a la próxima Copa Libertadores.

Desde la caída de la edición anterior del torneo, el fútbol argentino ha sido escenario de partidos intensos y con decisiones arbitrales que generan controversia.

En este contexto, Rosario Central continúa con su excelente racha, consolidándose como el equipo más destacado del Torneo Clausura de 2025. Sin embargo, no fue un partido sencillo, ya que San Lorenzo, reconocido por su espíritu combativo y por la calidad de sus juveniles, planteó un duro rival.

El equipo de Damián Ayude, que poco a poco ha ido recuperando confianza tras algunos altibajos dirigenciales y en los resultados, demostró que puede dar pelea a cualquiera.

El encuentro en el Gigante de Arroyito tuvo un primer tiempo muy equilibrado, donde las oportunidades fueron escasas y las emociones mínimas. La principal polémica surgió a los 30 minutos, cuando un gol de Gastón Hernández fue anulado tras revisión del VAR. La jugada, que parecía claramente válida, fue invalidada por el asistente Marcos Horticolou, quien levantó la bandera por posición adelantada. Luego de unos minutos de revisión, el arbitraje dirigido por Nicolás Lamolina confirmó la decisión, a pesar de las reacciones enardecidas del cuerpo técnico y la afición local.

Otra escena llamativa ocurrió cuando el entrenador de San Lorenzo, Damián Ayude, fue expulsado por protestas. El director técnico no toleró la decisión y se enzarzó en un duelo verbal con el árbitro principal, lo que le costó la tarjeta roja en un momento clave del partido.

La falta de un palco oficial visitante en ese momento contribuyó a que el técnico tuviera dificultades para seguir las acciones, generando una situación un tanto insólita.

En el aspecto futbolístico, el primer tiempo dejó poca fuerza en los remates al arco y una actuación discreta de figuras como Ángel Di María, quien estuvo apagado, y Jaminton Campaz, muy aislado en la zona izquierda.

El equipo de Central, por su parte, tuvo dificultades para encontrar claridad en los metros finales. La más clara fue una oportunidad desperdiciada por Facundo Gulli y Agustín Ladstatter, que no lograron definir con precisión, terminando así el primer tiempo con un rendimiento por debajo de lo esperado.

Por el lado de San Lorenzo, los pasajes más destacados llegaron con incursiones de sus laterales zurdos, Gulli y Ladstatter, aunque en una de esas acciones, Ladstatter erró un pase crucial, desperdiciando una buena ocasión.

La ofensiva azulgrana fue sostenida por la pasión y la inteligencia del equipo; además, el gol anulado a Hernández, que generó cierta confusión, fue un momento decisivo.

Las repeticiones mostraron que Hernández estaba en línea con la defensa, lo que alimentó las protestas en el camerino y en las gradas.

En el complemento, Rosario Central salió con otra actitud, con mayor intensidad y mejor disposición en ataque. San Lorenzo, por su parte, bajó un cambio en su ritmo, quizás cuidando el punto. La iniciativa local encontró respaldo en la figura de Ángel Di María, quien se ubicó más a la derecha y con su zurda generó peligro en varias ocasiones, aunque sin poder concretar en gol.

Hubo otra polémica en los últimos minutos cuando Enzo Giménez, ingresado como centrodelantero, convirtió un gol de cabeza tras un tiro libre de Di María.

Sin embargo, el VAR llamó a revisión por una supuesta posición adelantada de Juan Cruz Komar, quien interferió en la vista de Daniel Herrera, el arquero visitante.

La revisión mostró que Komar estaba en posición adelantada, aunque las imágenes sugirieron que su posición no afectó la jugada, pero el gol fue anulado.

Con el marcador en blanco, ambos conjuntos se conformaron con el empate y lo valoraron en función de sus objetivos. Rosario Central, con este punto, amplió su ventaja a cuatro puntos sobre Deportivo Riestra, que se prepara para su próximo compromiso ante Independiente.

Mientras tanto, San Lorenzo logró asegurar su clasificación a los octavos de final del torneo, acercándose además a la Copa Sudamericana y manteniendo cierta esperanza de entrar en la lucha por la próxima Libertadores.

Este tipo de partidos, dominados por decisiones arbitrales controvertidas, refleja las tensiones y la pasión que caracterizan al fútbol argentino, donde cada jugada puede definir el rumbo de una temporada.

La utilización del VAR continúa generando debates y mantiene en vilo a jugadores, entrenadores y aficionados, cuyo seguimiento se vuelve cada vez más intenso y polémico.

La temporada 2025 promete ofrecer más emociones y controversias, consolidándose como una de las más apasionantes en la historia reciente del fútbol en Argentina.