Un incidente en el partido entre Racing y Barracas Central en Avellaneda ha marcado el comienzo del Torneo Clausura argentino, involucrando decisiones arbitrales que generaron debates entre los hinchas y especialistas. La polémica se centró en un gol anulado y un penal concedido en un momento clave del encuentro.
El arranque del Torneo Clausura del fútbol argentino ya ha estado marcado por una de las controversias más relevantes del certamen, en un encuentro disputado en el Estadio Cilindro de Avellaneda entre Racing y Barracas Central.
A pesar de que aún no concluye la primera fecha, la actuación del árbitro Nicolás Lamolina en este partido ha sido tema central de debates entre aficionados, periodistas y expertos en la materia.
El partido presentaba un marcador en blanco durante gran parte del tiempo, hasta que, en una jugada que generó muchas expectativas, Adrián "Maravilla" Martínez de Racing convirtió un gol de cabeza que puso al equipo local en ventaja.
La celebración fue intensa, y los hinchas del Racing comenzaron a ilusionarse con un buen inicio en el torneo. Sin embargo, la alegría fue brevemente opacada cuando el árbitro Lamolina, tras consultar con el VAR, decidió invalidar el gol. El motivo: un penal a favor de Barracas Central por una clara falta cometida por Martínez sobre Facundo Bruera en la propia área visitante.
Este episodio fue crucial, ya que además de anular un gol legítimo, implicó la concesión de un penal a Barracas, que Rodrigo Insúa, técnico del equipo visitante, convirtió en el 1-0.
La decisión provocó la reacción enérgica de Gustavo Costas, entrenador de Racing, quien fue expulsado por protestas agresivas. La controversia no se detuvo ahí: el mismo Lamolina explicó posteriormente en rueda de prensa que la decisión de cobrar penal se basó en la posición del delantero, quien, en la revisión, aparecía fuera de juego en la jugada previa al gol.
La jugada revisada mostró que Martínez, en una acción desde su propia área, fue quien inició la jugada que terminaría en su cabezazo. Sin embargo, en esa misma jugada, cometió una falta clara sobre el defensor Bruera, que fue lo que el árbitro sancionó. La explicación del árbitro fue que no había gol anulado, solo una falta dentro del área, y que el penal era una decisión correcta.
Gabriel Arias, arquero de Racing, dialogó con Lamolina tras la decisión, y este le expresó que no se había anulado ningún gol, solo que Martínez estaba en posición fuera de juego, pero que el penal sí era válido.
Aunque el arquero no quedó completamente satisfecho, aceptó la explicación para evitar mayores polémicas en ese momento.
El árbitro, con la autoridad que le confiere su posición, insistió en que su decisión fue correcta, argumentando que la acción de Martínez fue imprudente y que la disputa por la pelota ocurrió en otro contexto del juego.
Además, sostuvo que la acción fue considerada en tiempo de juego y que la posición del delantero no fue determinante para la decisión.
Este incidente despierta inquietudes sobre la consistencia en la interpretación de las reglas del juego y plantea preguntas sobre cómo el VAR influye en una decisión tan crucial en el inicio de un torneo importante para el fútbol argentino.
Históricamente, el fútbol argentino ha estado marcado por decisiones polémicas y debates continuos sobre el arbitraje. La llegada del VAR en la liga local en 2018 pretendía reducir errores, pero incidentes como este evidencian que aún existen desacuerdos y controversias.
El fútbol argentino, con su rica historia que se remonta a principios del siglo XX, ha sido predominante en Sudamérica por su estilo apasionado y sus decisiones polémicas.
La incidencia en este primer partido del Clausura demuestra que la controversia sigue siendo una parte inherente del espectáculo, aunque también subraya la necesidad de perfeccionar los criterios arbitrales y fortalecer la tecnología aplicada en los partidos.
De cara al futuro, se espera que la confusión generada sirva para que las autoridades revisen los protocolos y la capacitación de los árbitros, con la finalidad de brindar mayor claridad y justicia en las decisiones.
En definitiva, aquel polémico episodio en Avellaneda marcará probablemente las próximas discusiones en torno a la justicia en el fútbol argentino y su forma de interpretar las jugadas en un escenario tan apasionado como es el fútbol sudamericano.