Un incidente en la 14ª fecha de la Primera Nacional dejó a Stéfano Callegari, capitán de Nueva Chicago, con una posible fractura tras una dura entrada de Jeremías Perales que le costó la expulsión. El partido, disputado en San Salvador, se vio interrumpido por minutos debido a la gravedad de la lesión.

La jornada sabatina de la 14ª fecha de la Primera Nacional quedó marcada por un incidente que alarmó a todos los presentes en el estadio 23 de Agosto de San Salvador, ubicado en el noroeste argentino.

La jugada sucedió en el cierre del encuentro entre Nueva Chicago y Gimnasia de Jujuy y dejó a la piel la impronta de una acción violenta que podría tener consecuencias graves para uno de los protagonistas.

En ese momento, con el marcador favorable a Gimnasia por 2-1 y en búsqueda de la igualdad, el defensor y capitán del equipo de Mataderos, Stéfano Callegari, intentaba salir jugando desde su área.

Cuando recibió un pase lateral, fue sorprendido por la arremetida de Jeremías Perales, delantero del equipo jujeño. La entrada del atacante fue excesivamente brusca y violenta, intentando arrebatarle la pelota con fuerza desmedida.

La acción fue rápida y violenta, causando que Callegari cayera al suelo gravemente herido, alzándose un grito de dolor que resonó en todo el estadio.

La brusquedad de Perales hizo que el árbitro Fabricio Llobet no dudara en mostrarle la tarjeta roja de inmediato, expulsando al atacante. La secuencia, además, generó conmoción entre los jugadores de ambos equipos y provocó un pequeño tumulto en el campo.

El impacto afectó severamente al capitán, quien quedó en el suelo mostrando una lesión en su tobillo izquierdo. Los médicos del club de Chicago acudieron rápidamente a atenderlo y se procedió a inmovilizar la zona. La acción fue tan impactante que la terna arbitral decidió detener el juego por unos minutos para brindar asistencia y evaluar a Callegari, que fue trasladado fuera de la cancha en camilla en medio de fuertes gestos de dolor.

Este incidente no solo alteró la dinámica del partido, sino que también generó preocupación en el entorno del fútbol argentino por la gravedad de la lesión.

Según los primeros reportes, Callegari presenta signos de una posible fractura en tibia y peroné, una lesión que requerirá una recuperación prolongada.

Los medios jujeños informaron que, aunque la fractura no fue expuesta, el futbolista pudo viajar a Buenos Aires para realizarse los estudios médicos necesarios.

El compromiso se retomó con un jugador menos para Chicago, que buscaba igualar el marcador ante un rival que se quedó con diez. Sin embargo, la tensión y la incertidumbre fueron la tónica de los minutos posteriores. La lesión de Callegari genera preocupación no solo por lo que representa en el campo, como capitán y referente del equipo, sino también por la gravedad de la acción en sí misma.

Es importante destacar que en la historia del fútbol argentino y mundial, las lesiones provocadas por entradas violentas han puesto en jaque la integridad física de los jugadores.

La FIFA y las distintas federaciones han intensificado los esfuerzos para sancionar estos comportamientos, promoviendo un juego más limpio y seguro.

Hasta el momento, se espera que el parte médico oficial confirme la gravedad de la lesión y que Callegari pueda comenzar un proceso de recuperación que, según los especialistas, podría extenderse por varios meses.

La lesión de este capitán de Nueva Chicago no solo tendrá repercusiones en el torneo actual, sino que también genera preocupación en el fútbol argentino sobre la necesidad de aplicar sanciones ejemplares para evitar estas acciones peligrosas en el futuro.