El futbolista argentino Leandro Paredes vuelve a Boca Juniors tras 11 años, firmando un contrato por aproximadamente 700.000 euros, y se convierte en un refuerzo clave para el club en un momento de ilusión y esperanza para sus seguidores.
En una tarde llena de emociones y expectativas, el presidente de Boca Juniors, Juan Román Riquelme, expresó su gratitud y alegría ante la llegada de uno de los futbolistas más queridos por la afición: Leandro Daniel Paredes.
Las palabras que pronunció, un simple pero poderoso 'Gracias por volver', resonaron en toda la sala de prensa del estadio La Bombonera, que en ese momento se encontraba colmada de hinchas y medios de comunicación.
La intensidad del ambiente era palpable, con unos 50.000 seguidores que habían llegado para ser testigos del esperado regreso del mediocampista, que a sus 31 años demuestra estar tan vigente como en sus mejores tiempos.
El retorno de Paredes es considerado uno de los movimientos más importantes del mercado de fichajes en Argentina en los últimos años. Tras una carrera brillante en Europa, donde jugó en clubes de renombre como Paris Saint-Germain y Zenit de San Petersburgo, y en la selección argentina, el futbolista optó por regresar a su país y a Boca, un club que lo formó y que siempre ocupó un lugar especial en su corazón.
La decisión, que tomó en gran parte por motivos familiares y sentimentales, fue respaldada por Riquelme y el Consejo de Fútbol de Boca, que en los últimos años ha apostado por traer figuras que potencien la imagen y el rendimiento del club.
Por su parte, Paredes ha firmado un contrato por aproximadamente 700.000 euros (unos 774.000 dólares), en una negociación que generó mucha expectativa entre los hinchas. El exjugador de la Selección Argentina afirmó sentirse mucho más maduro y preparado que cuando se fue de Boca por primera vez, y dejó en claro su deseo de devolver a la gente todo el cariño que recibe del pueblo xeneize.
En una emotiva rueda de prensa, acompañado por su pareja y su hija, expresó: "Soy un jugador muy diferente al que partió aquel día, y mi idea es dejar huella en la historia del club que siempre llevo en el corazón".
La llegada de Paredes no solo representa un refuerzo en la zona de mediocampo, sino que también es un mensaje de confianza en el proyecto deportivo actual de Boca.
La hinchada, que durante años ha visto a ídolos como Maradona, Palermo, Tevez y Riquelme, recibe con entusiasmo y esperanza esta incorporación que podría convertirse en la figura que guíe al equipo hacia nuevos títulos.
La expectativa de su debut, originalmente programada para la segunda fecha del torneo local ante Unión, podría retrasarse hasta la cuarta jornada, dependiendo de su puesta a punto física y de las decisiones del técnico Miguel Ángel Russo.
Paredes ha dejado en claro que su intención es liderar con el ejemplo y que le gustaría incluso ser capitán del equipo. Además, confesó que mantiene contacto diario con sus compatriotas en el club, como Ángel Di María, y con la selección nacional, de la que todavía no pierde las expectativas de participar en el próximo Mundial en 2026.
Lionel Scaloni, seleccionador argentino, ya expresó su respaldo a la decisión del jugador, asegurando que su inserción en Boca no afectará sus posibilidades de asistir al evento mundial.
Este fichaje, además, tiene una carga significativa desde el punto de vista estratégico y político para Boca. La directiva, liderada por Riquelme, ha logrado traer a varias figuras internacionales en los últimos años, como Edinson Cavani, Fernando Gago y Marcos Rojo, consolidando una plantilla que promete luchar en múltiples frentes.
La incorporación de Paredes no solo aporta calidad y experiencia, sino que también representa un mensaje de estabilidad y decisión por parte del club.
En su primera aparición pública en la Bombonera, Paredes no pudo contener la emoción y se acercó a las tribunas para regalar pelotas autografiadas, mientras los hinchas cantaban con fervor: "Que de la mano de Paredes, todos la vuelta vamos a dar".
La entrega y el amor que siente por la institución son evidentes, y su cuerpo, tatuado con la imagen de La Bombonera en el pecho, refleja su vínculo con la historia de Boca.
Con este movimiento, Boca Juniors reafirma su ambición de luchar por todos los títulos posibles, y Paredes promete ser una pieza fundamental en ese proyecto.
La hinchada confía en que su regreso será un catalizador para devolver al club a los primeros planos del fútbol argentino e internacional, en un escenario donde la pasión y el talento seguirán de la mano.