Fernando Gago sorprendió con una estrategia poco habitual en Boca Juniors durante un partido clave contra River Plate, optando por un sistema táctico ofensivo y manteniendo la alineación por más de una hora. La elección generó controversia tras la derrota y declaraciones polémicas que aumentaron la presión sobre el técnico.
Fernando Gago, entrenador de Boca Juniors, anunció una sorprendente decisión táctica durante un encuentro crucial contra River Plate: mantener durante más de una hora un esquema que solo había utilizado una vez en toda la temporada.
La formación en línea de cinco defensores, una estrategia poco frecuente en el contexto del fútbol argentino, generó revuelo tanto en el estadio como en las redes sociales.
El técnico decidió sostener este dibujo táctico hasta el final, a pesar de que los cambios necesarios llegaron en los últimos minutos y uno de ellos incluso en tiempo adicional.
Cuando los micrófonos se encendieron en la conferencia de prensa, Gago expresó una visión alternativa que sembró inquietud entre los hinchas de Boca, quienes mostraron su malestar en las plataformas digitales.
La derrota en ese partido, que se disputó en el Monumental, dejó en evidencia las dudas que rodean al DT. Aunque Boca ya está clasificado a los octavos del Torneo de la Liga Argentina, la derrota en este clásico, además de las eliminaciones en la Copa Argentina a manos de Vélez y en la fase 2 de la Copa Libertadores contra Alianza Lima, complican su futuro inmediato.
La necesidad de demostrar jerarquía en los partidos decisivos se hizo evidente, y Gago no pudo cumplir con esa expectativa en una de las citas más importantes del fútbol local.
Hasta ahora, Gago había empleado un esquema 5-3-2 en varias ocasiones, pero en ese partido optó por mantenerlo por un tiempo prolongado, pese a que en ocasiones anteriores ese sistema había resultado en derrotas.
En su análisis, el entrenador argentinó que la estrategia buscaba aprovechar al máximo las posibilidades de ataque con los jugadores de mayor proyección en un partido que requería control y orden defensivo.
Explicó: “Intentamos jugar con el posicionamiento de Miguel (Merentiel). En ausencia de Milton (Giménez) y Edi (Cavani), necesitábamos un esquema que nos permitiera defender en línea y buscar presionar al rival por el medio.
La idea era mantener la estructura mientras generábamos situaciones de mano a mano con Lautaro y buscando oportunidades en ataque”.
La planificación, sin embargo, no rindió los frutos esperados. Los laterales, que inicialmente estaban muy contenidos, se soltaron en el segundo tiempo, pero las modificaciones no lograron revertir la situación. Gago justificó su decisión de no hacer cambios hasta los últimos minutos, afirmando que el equipo mantenía el control y que modificar la estructura con tres centrales podía quitarle control del juego.
“Buscamos tener la mayor cantidad de gente en ofensiva sin dejar espacios en defensa”, añadió.
Los primeros cambios incluyeron las entradas de Lautaro Di Lollo y Exequiel Zeballos por Rojo (que había sido amonestado y estaba cerca de la expulsión) y Tomás Belmonte.
Aunque estas modificaciones aportaron profundidad, las verdaderas chances de gol llegaron únicamente en jugadas de pelota parada, donde Franco Armani se convirtió en figura.
En los minutos finales, Marcelo Saracchi fue el primer sustituto a tres minutos del final, mientras que Brian Aguirre, que en más de un mes apenas jugó unos minutos, ingresó en el tiempo de descuento.
Por otro lado, Alan Velasco, la flamante contratación de Boca en la ventana de transferencia por 9 millones de dólares, permaneció en el banco de suplentes.
Gago expresó su frustración por el resultado: “Vinimos a ganar y buscar el partido. Tuvimos opciones claras en la segunda mitad y también errores que nos costaron caro. Tuvimos el balón y generamos situaciones, pero lamentablemente no alcanzó”. Además, criticó la actuación del árbitro por la acumulación de tarjetas amarillas en los primeros 20 minutos y consideró que algunas decisiones influyeron en el desenvolvimiento del juego, aunque reconoció que no quiso desviar el enfoque del análisis en el rendimiento del equipo.
Este enfrentamiento vuelve a poner en duda la continuidad de Gago en Boca. El técnico, que nunca pudo vencer a Marcelo Gallardo en enfrentamientos directos ni con otros equipos, tendrá que afrontar las críticas internas y la presión externa para mejorar resultados en los próximos compromisos.
La estrategia poco convencional y las decisiones en el plantel seguirán siendo tema de debate entre hinchas, comentaristas y directivos, en una temporada que promete ser decisiva para el futuro del entrenador."