Un acto simbólico protagonizado por jugadores de Estudiantes en el partido contra Rosario Central evidencia su postura de rechazo a las decisiones oficiales, evocando momentos históricos del fútbol argentino y reflejando la pasión y resistencia de los clubes ante las autoridades.

El mundo del fútbol en Argentina estuvo siendo testigo de un acto de resistencia y simbolismo durante el partido entre Estudiantes de La Plata y Rosario Central, disputado en noviembre de 2025.

La situación generó gran revuelo, ya que la dirigencia del club había permitido a sus jugadores decidir cómo afrontar una tradición que, aunque rutinaria, fue interpretada como un acto de protesta.

La jornada tenía prevista la realización del tradicional pasillo, en el que los futbolistas del equipo visitante reciben a los campeones o premiados, como una muestra de respeto y reconocimiento.

Sin embargo, en esta ocasión, Estudiantes optó por presentar una postura distinta. Todos los jugadores del equipo estudiantil dieron la espalda a sus rivales, con las manos cruzadas detrás de la espalda, en señal de rechazo a las decisiones tomadas por las autoridades de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), que en agosto del mismo año anunció que los equipos deberían realizar el pasillo acompañado por niños escoltas, en línea con las regulaciones de la organización.

Este acto fue interpretado por muchos como una expresión de resistencia, una forma de manifestar desacuerdo con la autoridad futbolística, y evocó un episodio similar ocurrido en agosto de 2015, cuando los jugadores de Estudiantes hicieron un pasillo a River Plate tras coronarse en la Copa Libertadores.

En aquella ocasión, el gesto fue un símbolo de respeto y deportividad, pero también un acto de reconocimiento a uno de los clubes más grandes y de mayor historia en el fútbol argentino.

El momento en que los jugadores de Estudiantes dieron la espalda se convirtió en un símbolo emotivo y polémico. Desde las tribunas, los hinchas y simpatizantes comenzaron a corear cánticos dirigidos a la dirigencia y el presidente del club, Juan Sebastián Verón, quien en varias ocasiones ha manifestado su postura de defender los valores tradicionales del club y rechazar las decisiones que considere fuera de lugar.

Mientras tanto, los jugadores de Rosario Central continuaron con la rutina habitual, sin mirar la postura de resistencia de sus adversarios.

Es importante entender que el fútbol argentino siempre ha sido un espejo de la historia social y política del país. Los clubes han tenido múltiples episodios de resistencia frente a decisiones o gestiones que no compartían, y esta no fue la excepción. La historia del club Estudiantes está llena de gestos simbólicos y acciones que reflejan su identidad como un equipo de historia y tradición, y que en este momento nuevamente se posicionaban en contra de las decisiones administrativas.

En los últimos años, el fútbol argentino ha atravesado cambios y debates sobre aspectos tradicionales y modernización, pero la esencia de los gestos y símbolos sigue vigente.

El acto de Estudiantes será recordado como uno de los momentos en los que un equipo manifestó públicamente su postura frente a las decisiones que afectan la cultura y tradición del fútbol en Argentina, reafirmando su compromiso con los valores de resistencia y respeto a su historia.