El equipo de Morón clasificó a la final del torneo de la Primera Nacional tras vencer a Deportivo Madryn, en un partido marcado por decisiones arbitrales controvertidas y una insólita suspensión del entrenador Walter Otta, quien no pudo estar presente en el banco durante el encuentro.
En una jornada cargada de tensión y polémicas, Deportivo Morón consiguió avanzar a la definición por el segundo ascenso a la Primera Nacional, tras vencer a Deportivo Madryn en un encuentro polémico en el estadio Nuevo Francisco Urbano.
La situación del partido se vio marcada por un arbitraje cuestionado por parte del árbitro Pablo Echavarría, cuya actuación generó incógnitas y reclamos de ambos lados durante y después del encuentro.
Lo que debió ser un duelo deportivo normal, se transformó en una película de tensión emocional, especialmente para el cuerpo técnico y los jugadores de Morón.
El entrenador Walter Otta no pudo estar presente en el banco debido a una suspensión insólita, resultado de una investigación de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) por unas supuestas declaraciones que él nunca realizó, en una situación que generó rechazo y desconcierto en el entorno del club.
El técnico, que se encontraba en la tribuna acompañado de seguidores y allegados del club, fue quien vio desde allí cómo su equipo lograba el pase a la final en medio de un ambiente cargado de incertidumbre y tensión, mientras su equipo se imponía en el marcador tras un decidido esfuerzo.
La delegación del club regresó a Buenos Aires con lágrimas en los ojos y sentimientos encontrados, ya que para muchos fue una derrota emocional más allá del resultado en sí.
Al regreso, aproximadamente 500 hinchas de Morón acudieron al estadio para recibir al plantel en señal de apoyo y agradecimiento. En ese momento, Otta se abrazó con Cacha Gambino, uno de los hinchas más emblemáticos del club, y entre lágrimas expresó su descontento y agotamiento: "No tengo más ganas de dirigir.
No tengo más fuerzas". Sus palabras reflejaron el clima de frustración y la incertidumbre sobre su futuro al mando del equipo.
El partido quedó marcado también por escenas de violencia y enfrentamientos entre los jugadores y la policía, que tuvo que intervenir con gases lacrimógenos para controlar a los simpatizantes que protestaban por la situación.
La suspensión del entrenador y la controversia con el arbitraje generaron un clima de tensión en ambos vestuarios y en las gradas.
Por su parte, la cuenta oficial del club Morón publicó un mensaje de agradecimiento a Otta y a su cuerpo técnico, en el que expresaron: "Gracias a Walter Otta, su equipo técnico y a todo el plantel por el esfuerzo, el sacrificio y los momentos de felicidad que nos brindaron.
Gracias por devolvernos la ilusión. Nos levantaremos. Volveremos a luchar, más fuertes que nunca".
Walter Otta, que logró sumar 58 puntos en la fase regular y acercarse a una final por el ascenso principal, había sido uno de los responsables de devolverle la esperanza a un equipo que llevaba varias temporadas atravesando dificultades en el campeonato de la Primera Nacional.
La situación generó gran conmoción en la comunidad de Morón, que ahora espera que las circunstancias se normalicen y se pueda planificar una final que, a pesar de las controversias, promete ser un encuentro emocionante para los hinchas y protagonistas del fútbol argentino.