Entrevista exclusiva con Carlos Goyén, exarquero y actual referente del fútbol argentino, que analiza su carrera, la situación actual del deporte y las perspectivas de clubes y selección nacional.
Carlos Goyén, reconocido exarquero y figura emblemática del fútbol argentino, nacieron en Montevideo pero hizo de Rafaela su hogar. La ciudad santafesina fue el lugar donde conoció a Graciela, su pareja, y donde formó su familia con cuatro hijos y cuatro nietos. A lo largo de su vida, si bien nunca se inclinó por ser entrenador, su vínculo con el fútbol se mantiene vigente a través de su trabajo como representante de una empresa de guantes de arquero.
En su época de jugador, Goyén demostró ser uno de los arqueros más destacados del continente. Su paso por clubes históricos y su participación en competencias internacionales marcaron su carrera y dejaron una huella imborrable.
Su viaje profesional comenzó en 1983 en Independiente, donde se consolidó como un guardametas de élite. Bajo los colores del club, conquistó el Campeonato Metropolitano y, en 1984, logró la Copa Libertadores y el torneo Intercontinental, enfrentándose a gigantes europeos.
Una de sus acciones más memorables fue la atajada que realizó en una final, cuando descolgó un centro con una sola mano en presencia del legendario Ian Rush, un momento que aún es recordado por los fanáticos del fútbol debido a su técnica y reflejos.
Antes de su consolidación en Argentina, Goyén también jugó en Junior de Barranquilla, donde su rendimiento lo llevó a enfrentarse en amistosos que lo hicieron destacar frente a la selección argentina, y posteriormente atajó en Argentinos Juniors, en un período que sumó cuatro temporadas en La Paternal.
También defendió los colores de Atlético Rafaela durante tres años, culminando su carrera en Talleres de Remedios de Escalada, club en el que se retiró hace casi 30 años.
Su pasado como basquetbolista en Stockolmo, de Montevideo, le aportó habilidades técnicas específicas, como la capacidad para bajar la pelota con una sola mano, que llevó a cabo en partidos decisivos y en ámbitos internacionales, debajo de los tres palos y en acciones de alto rendimiento.
Con una perspectiva moderna, Goyén actualmente trabaja en la comercialización de guantes para arqueros y ha tenido la oportunidad de asistir a eventos internacionales, como el Mundial de Clubes en Miami, donde presenció el torneo en calidad de gerente ejecutivo de la marca Reusch.
Enriquece su visión del deporte con anécdotas y análisis que abordan desde la calidad de la materia prima para arqueros hasta la comparación entre el fútbol sudamericano y europeo.
Respecto a la actuación de los equipos argentinos en competencias internacionales, Goyén señala que, aunque no fue un fracaso, sí dejó un sabor agridulce.
Considera que River y Boca podrían haber sido más ambiciosos en sus planteos, pero destaca el buen rendimiento de arqueros como Marchesín, Andrada, Armani y Rossi, que están en un nivel muy alto en la actualidad.
En el análisis del poderío del fútbol brasileño, Goyén remarca la superioridad de su liga en cuanto a infraestructura y poder económico, que permite a sus clubes mantener un nivel competitivo y atraer a jugadores de renombre.
Palmeiras, en particular, se perfila como un potencial campeón de la Libertadores, mientras que en Argentina, la recuperación del fútbol pasa por fortalecer las competiciones nacionales y mejorar la infraestructura.
Su mirada histórica también rescata la época dorada del fútbol argentino en los años 80, cuando dirigían Arturo Bilardo, Angel Labruna y otros íconos del deporte.
En esos tiempos, figuras como Fillol, Passarella y Luque conformaron un elenco que logró grandes éxitos a nivel internacional. Goyén expresa que la continuidad de la fábrica de futbolistas en Argentina siempre será posible, ejemplificando con las actuales promesas y el talento en las categorías juveniles.
En cuanto a las futuras generaciones, resalta que la cantera sigue produciendo estrellas, como el caso de Messi, y menciona que la formación en las canteras, como La Masía en Barcelona, es un modelo que Argentina podría imitar para potenciar su desarrollo futbolístico.
Además, opina que la llegada de capitales privados a los clubes, a través de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), puede ser una solución para modernizar la estructura del fútbol argentino, siempre y cuando se implementen con cuidado y sin perder la esencia de las instituciones.
Goyén también comparte su opinión sobre los arqueros actuales y cómo ha evolucionado el entrenamiento en esa posición. Destaca la importancia de ejercicios específicos para mejorar la reacción y el juego con los pies, y critica la tendencia actual que pone demasiado énfasis en la estética y los trabajos superficiales, dejando de lado la preparación specifica que requiere la posición.
Finalmente, en relación a la selección uruguaya, valora el proceso de Marcelo Bielsa, a quien considera un técnico de gran nivel, aunque critica ciertos aspectos del manejo del plantel y las decisiones que llevaron a Uruguay a atravesar momentos difíciles en las eliminatorias.
Confía en que la historia del fútbol uruguayo, con figuras como Luis Suárez y Federico Valverde, permitirá que el equipo recupere su protagonismo en el escenario internacional.
En síntesis, Carlos Goyén ofrece una visión integrada de su trayectoria, análisis del presente y optimismo de cara al futuro del fútbol en Argentina y Sudamérica, resaltando la importancia de fortalecer las instituciones y aprender de las experiencias internacionales para competir de igual a igual con las potencias europeas y brasileñas.