El defensor de Boca Juniors, Ayrton Costa, ha emergido como una pieza clave en el equipo tras superar dificultades personales y contar con el respaldo del club y la afición. Su historia, marcada por el sacrificio y la resiliencia, lo posiciona como una figura con potencial para llegar lejos en el fútbol. Además, su rendimiento ha llamado la atención de selecciones internacionales, a pesar de su pasado complicado.

Ayrton Costa nació el 12 de julio de 1999 en Quilmes, un barrio del conurbano bonaerense conocido por su carácter luchador y su pasión por el fútbol como vía de escape.

Desde pequeño, el deporte fue su refugio y su principal motor para luchar contra las dificultades económicas y sociales que enfrentaba su familia humilde.

El nombre que lleva, en honor a Ayrton Senna, fue una elección impulsada por su abuelo, gran admirador del piloto brasileño de Fórmula 1, símbolo de perseverancia y éxito en medio de la adversidad.

Creció pateando balones en las calles polvorientas de Bernal, siempre con el sueño de llegar a jugar en un club grande. Tras varios años de desarrollo en las inferiores, su oportunidad llegó cuando fue fichado por Boca Juniors el 16 de enero de 2025. La transferencia provincial le costó aproximadamente 3.5 millones de dólares, equivalentes a unos 3.2 millones de euros en esa fecha, y fue vista inicialmente con dudas por parte de los hinchas y algunos analistas, que lo comparaban con otros jugadores jóvenes en etapa de formación.

Juan Román Riquelme, ídolo y vicepresidente del club, creyó en su talento y lo consideró una opción para reforzar la lateral y la defensa central, especialmente tras la salida de Marcos Rojo.

En sus primeros partidos, Costa enfrentó la presión de la grada y la competencia interna, con una rotación constante que generó incertidumbre. Sin embargo, con esfuerzo y confianza, logró consolidarse en la alineación definitiva tras la llegada de Miguel Angel Russo en 2025.

Su participación en el Mundial de Clubes fue un punto de inflexión. A pesar de los obstáculos diplomáticos y judiciales, que incluso lo mantuvieron alejado del primer equipo en un principio, supo aprovechar la oportunidad para mostrarse en escenarios internacionales.

En partidos cruciales contra Benfica y Bayern Munich, en Estados Unidos, fue determinante con una actuación sólida, que le valió elogios por su madurez y carácter.

Durante esa temporadas, una lesión importante por un desgarro en el gemelo lo obligó a permanecer fuera de las canchas durante 54 días. Pero su regreso fue con más fuerza, y desde entonces se ha afirmado como un referente en la defensa de Boca, formando una dupla sólida y con pronto rendimiento en la contención y las jugadas de ataque.

Costa ya suma 23 partidos en la temporada, con dos goles destacables, uno frente a Newell's y otro en el último clásico contra Tigre, donde aportó su fortaleza aérea y su capacidad de anticipación.

La confianza que demuestra en el campo tiene su origen en un crecimiento personal marcado por las dificultades: en 2018, cuando aún jugaba en las inferiores de Independiente, estuvo involucrado en un incidente judicial por robo en banda junto a su hermano y un amigo.

Aunque no fue detenido ni enfrentó cargos graves, el episodio dejó una marca en su historia.

Además, en 2023, su familia se vio afectada por el asesinato de Hernán Damián Costa, primo del jugador, en un intento de robo en Florencio Varela.

Estos hechos profundizaron el compromiso de Ayrton con su carrera y le dieron una mayor madurez y resiliencia para afrontar los desafíos del fútbol profesional.

Su pasado también incluye polémicas relacionadas con el caso de la desaparición de una pareja, en el que fue implicado por acusaciones de encubrimiento, aunque siempre negó su participación y se dedicó a centrarse en su crecimiento como futbolista.

La resistencia y fuerza mental que ha demostrado en estos años también despertaron el interés de selecciones internacionales, particularmente de Paraguay y Cabo Verde, debido a sus raíces familiares.

Sin embargo, Costa tiene claro que su sueño es jugar con la camiseta de Argentina, país en el que siente sus raíces y desea representar en el escenario más importante.

Con una visión clara de su futuro, Costa aspira a seguir sumando experiencia y ser parte de la selección argentina en el futuro cercano. Su historia, marcada por el sacrificio, la lucha y el talento, lo coloca en la mira de grandes clubes del fútbol europeo, y aunque su transferencia aún no está cerrada, se estima que clubes de España, Italia y Portugal están en la puerta de su futuro próximo.

La historia de Ayrton Costa continúa escribiéndose, y con solo 24 años, tiene por delante un camino lleno de posibilidades en el fútbol internacional.