La Asociación del Fútbol Argentino anunció la suspensión preventiva de cuatro jugadores brasileños del club El Porvenir, involucrados en investigaciones por presuntos arreglos de partidos y apuestas ilegales. Además, se identificó a un ciudadano serbio como supuesto facilitador de transferencias ilícitas de jugadores en Argentina.

El gobierno del fútbol argentino continúa enfrentando casos de corrupción que amenazan la integridad de la competición local. En los últimos días, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) hizo oficial la suspensión provisional de cuatro jugadores brasileños del club El Porvenir, un equipo que milita en la Primera C, la cuarta división del fútbol profesional en Argentina.

Esta decisión se tomó en medio de una investigación judicial y administrativa que apunta hacia posibles maniobras de arreglo de resultados y apuestas ilegales.

Los futbolistas sancionados son Marcos Vinicius Serrao Carvalho, Alessandro Miranda Santos, Fabio Monteiro Blanco y José Denilson 'Vaqueiro' Gomes Da Silva.

Todos ellos formaban parte del plantel habitual del equipo de Gerli, en la provincia de Buenos Aires. Por su parte, también fue sancionado Nićifor Simović, un ciudadano serbio que, según las investigaciones, habría estado involucrado en facilitar la llegada de jugadores a diferentes clubes argentinos, actuando como intermediario para convenios ilícitos.

Este escándalo ha sacudido a la liga de ascenso, que en los últimos años ha sido señalada por diferentes casos de corrupción. La suspensión de estos cuatro futbolistas tiene carácter preventivo y será revisada en un plazo de 90 días, mientras continúa la investigación judicial.

La Fiscalía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires trabaja en el caso, que ha sido catalogado como de alta gravedad, debido a las posibles implicaciones en el amaño de partidos y apuestas deportivas clandestinas.

El club El Porvenir, fundado en 1906 y uno de los más históricos del fútbol argentino, actualmente ocupa la posición undécima en la tabla de la Primera C, con nueve puntos tras cuatro derrotas consecutivas.

Además, es uno de los equipos con mayor número de tarjetas amarillas en la competición, lo que también genera preocupación por las conductas antideportivas y posibles indicios de irregularidades.

Los hechos salieron a la luz el pasado fin de semana, cuando varios de los futbolistas involucrados fueron titulares en una derrota visitante contra Ituzaingó, en un partido que fue objeto de sospechas desde su inicio.

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), en su comunicado oficial, reiteró su compromiso con el juego limpio y anunció que seguirá colaborando con las autoridades judiciales en la investigación.

Es importante contextualizar que este tipo de casos no son aislados en la historia del fútbol argentino. En 2022, El Porvenir ya estuvo en el centro de otro escándalo, cuando algunos jugadores y dirigentes fueron señalados por recibir dinero a cambio de permitir goles en contra o manipular resultados en distintas ligas locales.

Estos hechos coincidieron con las operaciones de un agente que actuaba como intermediario, prometiendo sumas que oscilaban entre 600 y 5000 euros para influir en los resultados.

Una de las declaraciones más impactantes de aquella época fue la del arquero Diego Córdoba, quien admitió haber sido contactado con ofertas en dólares para perder partidos.

La problemática mostró cómo el arreglo de partidos y las apuestas ilegales se estaban infiltrando en los niveles más bajos del fútbol argentino, poniendo en riesgo la credibilidad del deporte.

La reciente resolución de la AFA, que establece la suspensión temporaria de los futbolistas y la prohibición de ingreso a estadios para Nićifor Simović, busca evitar que estas prácticas continúen.

La investigación aún está en marcha y se espera que en los próximos meses se puedan determinar las responsabilidades y posibles sanciones definitivas.

Este tipo de casos reflejan la necesidad de fortalecer los controles y las medidas antifraude en el fútbol argentino, especialmente en las categorías inferiores donde aún existe una gran vulnerabilidad a la influencia de actores ilegales.

La autoridad deportiva nacional, junto con las fuerzas judiciales, continúa trabajando para preservar la integridad y el honor de uno de los deportes más populares del país, poniendo en marcha todos los mecanismos necesarios para erradicar estas conductas que dañarían la esencia del juego limpio y deportivo.