Franco Mastantuono, un destacado futbolista de apenas 17 años y 8 meses, ha emergido como una figura clave para River Plate, a pesar de los desafíos colectivos que atraviesa su equipo.

El joven oriundo de Azul está asumiendo un rol protagónico en un plantel lleno de jugadores que, juntos, suman una impresionante cotización que supera los 120 millones de euros.

Durante el enfrentamiento contra Talleres, se notó su liderazgo; su participación en el juego fue casi esencial, alcanzando cifras sobresalientes en varias categorías estadísticas: lideró con 7 disparos, 8 regateos exitosos, 4 faltas recibidas, 13 duelos ganados y 82 toques de balón.

No es común que un jugador tan joven se convierta en el eje de un equipo que, además, ha realizado inversiones de más de 50 millones de euros en jugadores en los dos últimos mercados de transferencia.

Sin embargo, como en muchos casos del fútbol, la experiencia y el renombre a veces quedan eclipsados por la calidad del juego actual. El desarrollo de jugadores jóvenes como Mastantuono, que tienen tanto talento como una gran capacidad de adaptación, puede cambiar el rumbo de un partido.

El chico de Azul, que también practicó tenis en su infancia, no solo se destaca por su técnica, sino por su personalidad firme, características altamente valoradas en un club de la envergadura de River.

Innegablemente, muchos aficionados lo están empezando a comparar con Lamine Yamal, la joven estrella del Barcelona, lo que subraya aún más las expectativas que genera.

Su proceso de desarrollo es cuidadosamente monitoreado por Marcelo Gallardo, el director técnico de River, quien ha optado por no apresurar su crecimiento y en su lugar, permitir que el joven futbolista adquiera tiempo y experiencia.

Esto se hace evidente en los partidos y en las decisiones que toma Gallardo respecto a su inclusión en el estilo de juego del equipo. En una ocasión, tras una actuación destacada ante Atlético Tucumán, Gallardo enfatizó que Mastantuono debe seguir aprendiendo y no cargar con todo el peso del equipo, a pesar de su potencial.

El desafío, sin embargo, radica en la falta de apoyo del equipo hacia su uno a uno. La madurez que exhibe en el campo se complementa con sus palabras, donde demuestra una gran comprensión del lugar que ocupa en el plantel y la responsabilidad que conlleva el escudo de River, un legado que es consciente de la herencia que representa.

"Es un privilegio formar parte del equipo principal y entiendo que hay momentos para aprender y otros para brillar", ha declarado.

Con el futuro en mente, Gallardo está decidido a cuidar el desarrollo de Mastantuono, evitando que su trayectoria futbolística tome el mismo rumbo acelerado que le ocurrió a otros jóvenes talentosos.

Se busca una extensión del contrato actual del chico, que se extiende hasta finales de 2026, con una cláusula que podría aumentar a 50 millones de euros en períodos específicos.

La historia de Franco Mastantuono no solo refleja la llegada de un nuevo talento al fútbol argentino, sino que también recuerda el inicio de la carrera de Marcelo Gallardo, quien debutó en Primera a la misma edad.

La esperanza es que la madurez y el talento de Mastantuono continúen brillando, consolidándose como la estrella que River Plate necesita.