El Gran Premio de Hungría consolidó a McLaren como la escudería dominante en la temporada 2025 de la Fórmula 1, con Lando Norris llevándose la victoria y acercándose al liderazgo del campeonato.
Desde el inicio de la temporada 2025 de la Fórmula 1, las expectativas apuntaban a una lucha cerrada entre los principales equipos, pero los hechos han demostrado que McLaren ha sabido mantenerse en la cima con una estrategia sólida y un rendimiento destacado.
Hace décadas, McLaren fue uno de los equipos más exitosos en la historia de la máxima categoría del automovilismo, conquistando múltiples campeonatos mundiales a través de legendarios pilotos como Ayrton Senna y Mika Hakkinen.
Ahora, en la temporada actual, la escudería británica parece haber encontrado nuevamente el ritmo y la constancia necesaria para dominar la competencia.
Este fin de semana, en el Gran Premio de Hungría, que se disputó en el circuito de Hungaroring, McLaren volvió a demostrar su superioridad. Lando Norris logró una actuación brillante y se llevó su quinta victoria de la temporada, acumulando 1.650 puntos en la clasificación del campeonato de pilotos. Con esta victoria, se acerca a solo nueve puntos del líder, su compañero Oscar Piastri, quien completó un emocionante 1-2 en esta ocasión, estableciendo el cuarto doblete consecutivo para la escudería australiana y británica.
La estrategia de los mecánicos y la eficiencia en los cambios de neumáticos jugaron un papel clave en el resultado, ya que Norris realizó solo una parada en pits, lo que le permitió mantener la ventaja hasta la bandera a cuadros.
El trabajo preciso de los ingenieros y mecánicos de McLaren estableció un récord de tiempo en el pit stop, logrando sacar a Norris y Piastri de la pista en apenas 1,9 segundos; una hazaña que refleja el compromiso y profesionalismo del equipo.
Norris, tras la carrera, expresó: “Estoy exhausto. La carrera fue dura, y no pensaba hacer solo una parada, pero tras la primera vuelta, esa fue la única opción viable para aspirar a la victoria”. Por su parte, Piastri, quien intentó en la penúltima vuelta ganar una posición en la curva uno, debió bloquear para no chocar con su compañero, un gesto que evidenció la tensión y competitividad en la lucha por el podio.
En el podio, además de Norris y Piastri, el tercer puesto fue para George Russell, de Mercedes, que completó la ceremonia en un circuito tradicionalmente desafiante para los equipos.
La carrera también fue significativa para otros pilotos destacados; Fernando Alonso logró un meritorio quinto puesto con Aston Martin, siendo hasta ahora el resultado más destacado del piloto español en esta temporada.
Max Verstappen, vigente campeón del mundo, finalizó en noveno lugar y, con 1.120 puntos, casi ha quedado fuera de opciones para revalidar su campeonato.
Este Gran Premio fue también la celebración de la 200ª victoria en la categoría reina del automovilismo para McLaren, un cifra polemizada en su historia llena de altas y bajas.
La carrera de Hungría, tradicionalmente marcada por cambios estratégicos y la dinámica en los boxes, volvió a demostrar la importancia de una correcta gestión y decisiones rápidas.
El circuito de Hungaroring, con su trazado estrecho y curvas técnicas, ha sido escenario también de algunos de los momentos más memorables de la historia de la Fórmula 1, incluyendo las épicas batallas de la época de Ayrton Senna y Michael Schumacher.
En cuanto al campeonato de constructores, la victoria consolidó a McLaren en la segunda posición, con una diferencia significativa respecto a Red Bull, que mantiene el liderazgo.
La temporada 2025, marcada por la constante lucha en los puestos altos de la clasificación, promete seguir dando sorpresas y emociones en las próximas carreras, que se disputarán en circuitos emblemáticos y en diferentes regiones del mundo.
En resumen, el Gran Premio de Hungría no solo fue una prueba de la destreza de los pilotos, sino también una muestra del retorno de McLaren a la élite del automovilismo mundial, con una estrategia innovadora y un rendimiento en auge que parece indicar que los papayas han llegado para quedarse en la cima de la Fórmula 1.