El Gran Premio de Las Vegas de Fórmula 1 se convirtió en uno de los eventos más impredecibles y dramáticos de los últimos años, debido a un inesperado diluvio que azotó el circuito en el momento crucial de clasificación.

La pista, diseñada en el corazón del desierto, se transformó en una trampa traicionera, poniendo a prueba las habilidades de los pilotos en condiciones prácticamente inhóspitas.

La clasificación tuvo un arranque caótico, con muchos pilotos luchando por mantener el control en un asfalto que se asemejaba a una pista de jabón, dificultando la adherencia y generando múltiples errores.

Entre los protagonistas, Lando Norris de McLaren logró sorprender una vez más, firmando la pole position por tercera vez consecutiva, y extendiendo así su racha personal en la máxima categoría del automovilismo.

Norris marcó un tiempo de aproximadamente 1 minuto 47,9 segundos, en los instantes finales de una Q3 que se disputó con condiciones variables y con neumáticos intermedios, evidenciando su talento en pista mojada.

Detrás de Norris, el tricampeón Max Verstappen en Red Bull logró establecer el segundo mejor tiempo con 1 minuto 48,3 segundos. Sin embargo, la sorpresa en la jornada fue la decepción de Lewis Hamilton, que no pudo encontrar el grip necesario en su Mercedes y quedó eliminado en la primera ronda de clasificación, lo que podría afectar su estrategia de carrera y su posición en la parrilla.

Por su parte, Carlos Sainz, en un destacado sábado para Williams, realizó una actuación sólida y concluyó en la tercera posición con un registro de aproximadamente 1 minuto 48,3 segundos, asegurando un buen lugar en la parrilla para la carrera del domingo.

La clasificación también estuvo marcada por errores y salidas de pista, que demostraron que en Las Vegas, la polarización entre la estrategia y la habilidad pura fue decisiva.

El circuito de Las Vegas, conocido originalmente por sus carreras en la década de 1980 y 1990, ha sido renovado y adaptado para la era moderna, pero las condiciones meteorológicas extremas añadieron una capa adicional de dificultad que puso a prueba tanto a pilotos como a ingenieros.

Históricamente, Las Vegas ha sido escenario de momentos memorables en la Fórmula 1, y esta edición promete ofrecer un espectáculo igualmente memorable, especialmente si las condiciones de lluvia persisten durante la carrera.

La carrera está programada para este domingo a la 1:00 de la madrugada hora local, y podrá seguirse en Argentina por Fox Sports, en streaming mediante Disney+ con su Plan Premium, o en la plataforma oficial F1 TV Pro.

Con un campeonato muy ajustado, cada punto obtenido en Las Vegas será crucial para las aspiraciones de los pilotos y equipos en liza. Liderando actualmente la clasificación de pilotos, Norris buscará consolidar su posición y seguir poniendo a prueba su talento. En tanto, Verstappen y Sainz intentarán recuperarse y sumar la mayor cantidad de puntos posibles en un trazado que promete ofrecer muchas emociones y posibles sorpresas.