Este fin de semana, Franco Colapinto, joven piloto argentino de 21 años, tendrá la oportunidad de competir en un circuito emblemático de la Fórmula 1: el Autódromo Hermanos Rodríguez, que se destaca por atravesar el famoso estadio Foro Sol.

Esta característica particular, única en el mundo de la F1, permite a los organizadores aumentar la capacidad del lugar a 40,000 espectadores. Desde que el Gran Premio de México reanudó su actividad en 2015, este circuito ha cautivado a los aficionados, aunque ya no cuenta con la legendaria peraltada, una curva que solía dar miedo incluso a los mejores, como Ayrton Senna.

El circuito, diseñado originalmente en su trazado más antiguo por Oscar Enrique Fernández Gómez en 1959, ha tenido varias modificaciones a lo largo de los años.

Sin embargo, desde 2015, el GP de México se ha mantenido firme en su ubicación y formato, siendo testigo de la historia del automovilismo en el país.

La curva peraltada, que se hizo famosa tras el fatal accidente de Ricardo Rodríguez en 1962, es solo un recordatorio de los peligros históricos que han rodeado a este circuito.

Uno de los mayores desafíos que enfrentará Colapinto este fin de semana es la altitud del Autódromo, ubicado a 2.285 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en el circuito más alto de la temporada. A diferencia de otros deportes, donde la altitud puede ser una ventaja, en la Fórmula 1, todos los pilotos deben lidiar con una menor densidad de aire.

Según reportes de Mercedes, la reducción en oxígeno es del 25% en este autódromo, lo que se traduce en un rendimiento diferente para todos los competidores.

El recorrido de 4.304 kilómetros, compuesto por 17 vueltas, exigirá un esfuerzo físico notable a los 20 pilotos en pista. Cada inhalación será menos eficiente debido a la falta de oxígeno, lo que podría afectar su desempeño en la carrera. Además, la menor densidad del aire impacta en la capacidad de refrigeración de los vehículos, aumentando el desgaste del motor y elevando el riesgo de sobrecalentamiento de los neumáticos.

Por esta razón, los equipos optan por configuraciones aerodinámicas similares a las que se utilizan en circuitos como Mónaco.

Desde su regreso a la F1, el GP de México ha visto a solo tres pilotos triunfar en el podio: Nico Rosberg, Lewis Hamilton y Max Verstappen, dejando a los pilotos mexicanos como Sergio 'Checo' Pérez con actuaciones destacadas, pero sin victorias en su tierra.

La complejidad del circuito, combinada con su historia rica en incidentes y tragedias, lo convierte en un lugar tanto mágico como desafiante.

A medida que Colapinto se prepara para su debut en este ambiente, él y los demás pilotos están conscientes de que este Gran Premio será más que una simple carrera; será un testimonio de resistencia y habilidad que honra la rica tradición de la Fórmula 1 en México y la memoria de los pilotos que han pasado por este icónico trazado.