Un análisis informales en la Fórmula 1 refleja los costos asociados a piezas y daños durante la temporada 2025, destacando el impacto económico en las escuderías.
La temporada 2025 de la Fórmula 1 ha estado marcada no solo por la competencia en pista, sino también por una particular clasificación que mide los gastos imprevistos y daños relacionados con los monoplazas.
Aunque la disputa por el Campeonato de Pilotos y el de Constructores continúa en el centro de atención, un ranking no oficial ha comenzado a captar la atención del público y de analistas especializados: el 'Campeonato de Destructores'.
Este ranking se basa en el costo estimado de las piezas y daños que enfrentan las escuderías a lo largo de la temporada, sumando desde componentes caros como cajas de cambios, cuyo valor puede alcanzar los 470.000 euros (equivalente a 500.000 dólares), hasta los neumáticos, que en algunos casos representan un gasto de aproximadamente 4.200 euros (unos 4.500 dólares) por unidad. La suma de todos estos costos en lo que va de 2025 asciende a cerca de 7,85 millones de dólares, que en euros equivaldrían a aproximadamente 7 millones y 50 mil euros.
Entre los equipos que más inversión han realizado en reparaciones y sustitución de componentes, Alpine lidera con un gasto estimado de unos 2,4 millones de euros.
La escudería francesa ha tenido un rendimiento sólido en pista, manteniendo una estrategia que combina competitividad y precisión, lo que les ha permitido mantener a su piloto Yuki Tsunoda como el más agresivo en cuanto a incidentes.
Precisamente, Tsunoda es el protagonista de este ranking, acumulando aproximadamente 1,94 millones de euros en daños y reemplazos, lo que lo convierte en el constructor de gastos entre los 21 pilotos de la categoría.
El piloto japonés ha sido responsable de varios accidentes que han implicado la rotura de piezas valoradas en miles de euros cada una, además de los costos asociados a las penalizaciones y las salidas de pista.
Sin embargo, no es el único en esta liga de gastos: pilotos como Lando Norris y Oliver Bearman también figuran entre los más costosos, con aproximadamente 1,7 y 1,37 millones de euros gastados en reparación y rotura de partes durante el año.
Curiosamente, mientras algunos equipos como Williams y Sauber han gastado relativamente poco, con cifras que rondan los 1,22 millones y 1,04 millones de euros respectivamente, otros como Ferrari han elevado sus gastos por daños a más de 2 millones de euros, gastando unos 1,94 millones en mantenimiento y roturas, siendo uno de los equipos con mayores gastos en esta categoría.
Este fenómeno refleja un aspecto menos visible de la Fórmula 1: el coste económico de mantener un monoplaza operando a tope, pivotando entre la innovación, la resistencia y, en ocasiones, la suerte.
La implementación en 2021 de un límite presupuestario de 112 millones de euros no ha evitado que cada daño o reparación represente un golpe duramente asumido por los equipos, que deben gestionar de forma eficiente sus recursos en un escenario cada vez más competitivo y exigente.
Además, el análisis revela que los pilotos novatos, como Gabriel Bortoleto, suman gastos significativos en sus primeros pasos en la categoría, en especial tras incidentes en la pista.
En particular, Bortoleto, que tuvo un incidente en Montecarlo que costó más de un millón de euros en reparaciones, refleja cómo los daños extraordinarios afectan el balance general del equipo.
Este ranking no oficial también muestra que las escuderías con menor presupuesto en premios, como Williams y Sauber, tienden a ser las que menos gastos han realizado en cuanto a daños.
Sin embargo, la diferencia en gasto no siempre está relacionada con la competitividad, sino con la gestión y la suerte en pista.
La categoría sigue siendo un escenario de altos costos, donde cada error puede significar una inversión considerable y afectar la estrategia de la temporada.
En ese contexto, los números de este ranking ofrecen una perspectiva interesante sobre los costos ocultos de la máxima categoría del automovilismo. La temporada 2025 hasta ahora nos muestra que, más allá de la velocidad y las estrategias, la resistencia y el mantenimiento económico son componentes esenciales para lograr el éxito en la Fórmula 1 de hoy.