La asociación entre Lewis Hamilton y Ferrari, considerada una unión prometedora, ha enfrentado múltiples dificultades en su primer año juntos. La temporada, que inició con esperanza y expectativas altas, culminó en resultados desalentadores y declaraciones polémicas que sugieren una relación en crisis. La historia reciente del piloto británico en la Scuderia muestra altibajos, con momentos de gloria y episodios de frustración que dejan en entredicho la compatibilidad entre el campeón y el equipo italiano.
La alianza entre Lewis Hamilton y Ferrari, anunciada con gran expectación en el comienzo de la temporada 2025, ha resultado ser mucho más compleja de lo que se anticipaba.
El británico, siete veces campeón del mundo, llegó al equipo italiano con la esperanza de revivir la gloria que Ferrari no ha podido alcanzar desde hace casi dos décadas.
Sin embargo, los hechos recientes evidencian que la relación se ha visto marcada por desaciertos, frustraciones y declaraciones polémicas que ponen en duda el futuro de esta asociación.
Desde su esperado debut con la Scuderia en enero, Hamilton expresó un entusiasmo que contrastaba con las dificultades que enfrentaba sobre la pista.
Su primera prueba en Fiorano dejó entrever la ilusión de un piloto que, tras veinte años en Mercedes, buscaba nuevas aventuras con la mítica escudería italiana.
Sin embargo, la realidad fue otra. En el Gran Premio de Australia, apenas pudo cerrar en octava posición, quedando muy lejos de las expectativas que generó su fichaje y, además, detrás de su compañero de equipo, Charles Leclerc.
A lo largo de la temporada, Hamilton logró una victoria en la Sprint Race en China, lo que levantó alguna esperanza en los tifosi. Pero estos logros fueron contrapuestos por resultados deslucidos en varias carreras, donde su rendimiento y el del coche no estuvieron a la altura de las expectativas.
En Miami, por ejemplo, el inglés quedó en una posición mucho más baja que su compañero de equipo, reflejando un desbalance técnico y estratégico dentro del equipo.
La temporada se tornó aún más tensa cuando Hamilton comenzó a expresar su insatisfacción públicamente. En el Gran Premio de Hungría, después de un fin de semana para el olvido, exclamó sentirse “un inútil” y sugirió que Ferrari debería considerar reemplazarlo.
Estas declaraciones generaron un revuelo mediático, sin mencionar las dudas sobre su continuidad en Ferrari.
Históricamente, Lewis Hamilton ha sido uno de los pilotos más exitosos de la historia de la Fórmula 1, con siete campeonatos y múltiples récords.
Su paso por Mercedes fue durante casi dos décadas, un período en el que dominó la época moderna de la categoría. Su ingreso en Ferrari en 2025 representaba el inicio de una nueva era, pero la adaptación no ha sido sencilla.
El director del equipo Ferrari, Frederic Vasseur, intentó calmar las aguas, señalando que ambos estaban ajustando su rendimiento y que el cambio cultural no resultó fácil tras tantos años en Mercedes.
Leclerc, por su parte, expresó públicamente su deseo de que ambos triunfen y que el equipo italiano pueda cerrar la temporada con resultados positivos.
A pesar de los obstáculos, la historia de Hamilton en la Fórmula 1 está llena de capítulos de resiliencia y superación. Desde sus inicios en McLaren, donde debutó en 2007, hasta su paso a Mercedes en 2013, ha demostrado ser un piloto que siempre busca la excelencia. Sin embargo, su relación con Ferrari, un equipo que representa una tradición y una pasión únicas en el automovilismo, parece estar atravesando su prueba más dura.
Solo el tiempo dirá si esta unión, que en sus inicios parecía prometedora, logrará superar sus dificultades y consolidarse como un capítulo exitoso en la carrera del piloto británico, o si, por el contrario, terminará en un fallido intento por revivir una historia que aún tiene mucho por escribir en la historia de la Fórmula 1.