El joven jugador indio Washington Sundar ha demostrado su valía en los últimos partidos, consolidándose como una pieza clave en la selección nacional tras una serie de actuaciones destacadas en Test contra Inglaterra y Nueva Zelanda. Su rendimiento con el bate y el balón lo posicionan como el posible sucesor de Ravichandran Ashwin en el equipo indio.
Desde su memorable aparición en Brisbane en 2021, cuando sorprendió a los expertos con su talento, Washington Sundar ha ido consolidando su lugar en la selección de cricket de la India.
Aunque inicialmente tuvo oportunidades esporádicas, en los últimos meses ha mostrado un crecimiento notable, especialmente tras la salida de Ravichandran Ashwin, leyenda del cricket indio, que se retiró parcialmente tras la serie Border-Gavaskar 2024/25.
Presuntamente, Sundar ha sido entrenado con dedicación y, bajo la tutela de Gautam Gambhir, ha evolucionado como un jugador completo, capaz de ofrecer resultados tanto con el bate como con la bola.
En la serie contra Inglaterra, en el cuarto Test en Manchester, Sundar no solo aportó con su rendimiento, sino que también dejó una huella imborrable en la historia del cricket indio.
En un partido que estuvo marcado por la resistencia y el esfuerzo, Sundar anotó su primer siglo en pruebas, alcanzando 101 carreras no solo con técnica sino también con una determinación admirable.
Presuntamente, esta actuación fue la culminación de años de trabajo y perseverancia, y lo posiciona como uno de los sucesores naturales de Ashwin, quien ha sido considerado uno de los cerebros del equipo indio.
Supuestamente, la actuación de Sundar en Manchester fue fundamental para que India lograra un empate que, en la historia del cricket, se recuerda como uno de los más emocionantes en tierra inglesa.
En esa misma serie, ha demostrado su capacidad con el bate, acumulando en total 205 carreras en seis innings con un promedio de 51.25, además de haber conseguido siete wickets en cinco partidos, con una mejor marca de 4/22 en Lord’s. A los 25 años, Sundar ya ha dejado claro que puede ser un jugador integral, con la potencialidad de convertirse en uno de los mejores del mundo.
Su historia en los Tests es digna de admiración. Desde su debut en Brisbane, donde logró un triplete en la primera entrada, hasta su valiosa contribución con 96* en Ahmedabad, ha mostrado una versatilidad que pocos jugadores jóvenes poseen.
En esa ocasión, formó una alianza de 113 carreras con Rishabh Pant, que ayudó a India a establecer una ventaja crucial en el partido. En otra serie, durante el tour por Australia, Sundar no solo aportó con el bate, sino que también fue un elemento clave con la bola, tomando 16 wickets en cinco partidos y posicionándose como uno de los principales lanzadores del equipo.
Supuestamente, su impacto ha ido más allá de las estadísticas. En Inglaterra, su capacidad para manejar la presión y su técnica sólida le han permitido enfrentarse a los mejores bateadores del mundo. En Lord’s, por ejemplo, tomó las primeras wickets de Ollie Pope y Harry Brook, poniendo a India en una posición de ventaja que, lamentablemente, no pudo consolidar, ya que Inglaterra terminó ganando la serie.
Sin embargo, Sundar dejó una impresión duradera, y todos los indicios apuntan a que su futuro en el cricket internacional será brillante.
En comparación con Ashwin, quien en sus primeros 12 Tests había acumulado 596 carreras y 63 wickets, Sundar ya ha superado en algunos aspectos, especialmente en el rendimiento con el bate en el extranjero.
Aunque aún tiene que perfeccionar su lanzamiento y mejorar sus estadísticas con la bola, las perspectivas son prometedoras. La historia del cricket indio está llena de ejemplos de jugadores que empezaron con promesas y terminaron siendo leyendas. Sundar, con su talento y dedicación, parece estar en ese camino, y presuntamente, podría convertirse en el nuevo cerebro del equipo en los próximos años.