Mumbai, 8 de junio: Mientras Sudáfrica se enfrenta a su mayor desafío en la historia del cricket, buscando conquistar por primera vez el título mundial en la final del ICC World Test Championship (WTC) contra Australia, varios de sus jugadores emblemáticos están a punto de alcanzar hitos que podrían marcar un antes y un después en su carrera.

Después de años de decepciones y eliminaciones frustrantes en torneos de la ICC, los africanos buscan coronarse en Lord's, un escenario icónico que ha sido testigo de grandes momentos del cricket mundial.

Para lograrlo, será fundamental que su línea ofensiva, capitaneada por Temba Bavuma y Aiden Markram, junto con su trío de rápidos, Kagiso Rabada, Lungi Ngidi y Marco Jansen, brillen en el campo.

La campaña de Sudáfrica en el ciclo 2023-2025 de WTC fue irregular al inicio, pero lograron cerrar en la cima con ocho victorias, tres derrotas y un empate, demostrando un crecimiento constante que los posiciona como favoritos para la final.

En particular, Aiden Markram, que ha tenido una carrera marcada por altibajos en grandes escenarios, necesita anotar 143 carreras para alcanzar las 3,000 en Tests, un hito que solo alcanzan unos pocos.

Con 45 partidos y 82 innings en su haber, su promedio es de 35.71, con 7 siglos y 13 medios siglos, cifras que, si bien son respetables, no reflejan del todo su potencial y talento natural. En competencias de eliminación directa en ICC en formatos ODI y T20, Markram ha acumulado solo 68 carreras en cuatro partidos, con un promedio de 22.66, sin haber llegado aún a un medio siglo en estas fases.

Por otro lado, Kagiso Rabada, uno de los pilares del equipo sudafricano en el bowling, tiene la oportunidad de superar a la leyenda Allan Donald en la lista de máximos wicket-takers en Tests para Sudáfrica.

Actualmente, Rabada cuenta con 327 wickets en 91 partidos, y solo necesita cuatro más para superar los 330, la marca que Donald alcanzó en 72 Tests entre 1992 y 2002.

La leyenda Dale Steyn es el máximo wicket-taker en Tests para Sudáfrica, con 439. En el ámbito internacional, Rabada posee 566 wickets en 241 partidos en todos los formatos, colocándose en la sexta posición histórica.

Un logro adicional para Rabada sería superar a Kallis en la lista de mayores wicket-takers internacionales del país, ya que con siete wickets más, alcanzaría los 572.

La historia del cricket sudafricano está marcada por figuras como Shaun Pollock, con 823 wickets en 414 partidos, récord que todavía domina en la historia del país.

En la línea de spin, Keshav Maharaj se encuentra a solo dos wickets de alcanzar los 200 en Tests, un logro que sería histórico, ya que sería el primer spin del país en conseguirlo.

En total, en 57 Tests ha cosechado 198 wickets con un promedio de 29.68, y su mejor actuación ha sido de 9 wicket por 129 carreras. A nivel internacional, suma 294 wickets en 94 partidos, destacándose por su economía y control en el campo.

Maharaj, aunque no ha tenido un rendimiento destacado en las fases de eliminación en torneos de ICC, tiene en su haber un récord interesante: en cuatro partidos de knockout, solo ha logrado tres wickets, con un promedio de 39.33, pero mantiene una economía sobresaliente de 4.91 carreras por over, lo que demuestra su capacidad para contener a los bateadores en momentos clave.

El equipo sudafricano para la final está conformado por Temba Bavuma como capitán, junto a jugadores como Tony de Zorzi, Wiaan Mulder, Marco Jansen, Lungi Ngidi, Keshav Maharaj y Kagiso Rabada, además de otros integrantes que aportan experiencia y juventud.

Este encuentro no solo representa la oportunidad de obtener un título histórico, sino que también puede consolidar la leyenda de varios de sus protagonistas y marcar un capítulo dorado en la historia del cricket en África.

Este evento tiene un peso especial en la historia del deporte, ya que Sudáfrica ha sido tradicionalmente una potencia en cricket, con un legado de grandes jugadores como Graeme Smith, Jacques Kallis y Dale Steyn, quienes dejaron huella en la historia del cricket mundial.

La final en Lord's, uno de los estadios más emblemáticos del mundo, será recordada como un momento definitorio para el cricket sudafricano, que busca cerrar un ciclo de frustraciones y comenzar uno lleno de triunfos y glorias.