En un día que pasará a la historia del cricket internacional, Nueva Zelanda logró igualar un récord impresionante durante la segunda prueba contra Zimbabue en Bulawayo.

Los tres bateadores neozelandeses alcanzaron puntuaciones superiores a 150, una hazaña que solo se había visto en dos ocasiones anteriores en la historia del deporte, y que permanecía intacta desde hace casi cuarenta años, según informes de Wisden.

El partido comenzó con una determinación clara por parte de los visitantes, que continuaron con su dominio tras el final de la primera jornada. Devon Conway, quien había promediado apenas 29.09 en sus últimos partidos desde su último siglo en pruebas contra Pakistán en enero de 2023, rompió una sequía de dos años con una sólida anotación de 153 carreras en 245 bolas.

La actuación de Conway fue vista como un regreso a su mejor forma, y se convirtió en uno de los jugadores clave en la segunda jornada.

Pero sin duda, la verdadera estrella fue la pareja conformada por Henry Nicholls y Rachin Ravindra. Ambos batieron un récord que ya es el tercer mejor para la cuarta caída en la historia de Nueva Zelanda. La asociación de 256 carreras sin ser eliminados, que se formó entre estos dos jugadores, superó la marca de 243 carreras establecida en 1998 por Nathan Astle y Matt Horne en un enfrentamiento contra Zimbabue.

Nicholls, que regresaba a la selección tras un período de ausencia, terminó la jornada sin perder una sola pelota, con 150 carreras, mientras Ravindra continuaba enrachado con 165 al cierre del día.

Al finalizar la segunda jornada, Nueva Zelanda había alcanzado un total de 601/3, con los tres jugadores mencionados por encima de los 150. Esta hazaña les permitió igualar el récord de más puntuaciones de más de 150 en un solo innings, un logro que solo había sido conseguido en dos ocasiones anteriores: en 1986, cuando Sunil Gavaskar, Mohammad Azharuddin y Kapil Dev lograron hazañas similares para la India en Kanpur; y en 1938, cuando Len Hutton, Maurice Leyland y Joe Hardstaff demolieron a Australia en The Oval.

Por otro lado, Zimbabue quedó en una posición delicada tras ser eliminada por solo 125 carreras en la primera innings, dejando a Nueva Zelanda con una ventaja de 476 carreras al cierre de la segunda jornada, lo que representa la segunda mayor ventaja en la historia del cricket en la primera entrada para los visitantes.

La única mayor fue de 481 carreras contra Bangladesh en Hamilton en 2019. Si el rendimiento de Nueva Zelanda continúa en esta línea, podrían superar incluso los récords de ventajas en la primera entrada en pruebas, que incluyen marcas de 702 carreras de Inglaterra contra Australia en 1938, 587 de Sri Lanka contra Sudáfrica en 2006, y 570 de Pakistán contra Nueva Zelanda en 2002.

Este día se convirtió en un verdadero espectáculo de récords, logros y dominio por parte de Nueva Zelanda, que dejó a Zimbabue buscando respuestas mientras todavía queda mucho cricket por jugar.

La tendencia actual sugiere que los neozelandeses podrían seguir ampliando su dominio en esta serie, consolidando su posición como uno de los equipos más fuertes del momento en el cricket mundial.

Supuestamente, con estos resultados, Nueva Zelanda no solo busca consolidar su liderazgo en la serie, sino también reafirmar su confianza en la cancha internacional, donde sus récords históricos siguen siendo una referencia en el deporte.

La historia de este deporte muestra que, en ocasiones, estas hazañas marcan un antes y un después en las carreras de los jugadores y en la historia del cricket mundial.

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