Mumbai, 21 de septiembre de 2025 (supuestamente) – La selección femenina de cricket de Australia sigue firme en su camino hacia el Mundial de Cricket Femenino 2025, que se disputará en India, tras una victoria memorable en la serie contra la selección india.

Según informes del Consejo Internacional de Cricket (ICC), el equipo australiano, que cuenta con un plantel completamente recuperado, demostró que no hay límites para lo que pueden lograr en la próxima competencia global.

En el último enfrentamiento previo al Mundial, las campeonas defensores lograron superar una valiente resistencia de la ofensiva india, asegurando la serie con una actuación histórica en Delhi.

El partido, que terminó con un marcador de 412 carreras frente a 250 para India, quedó marcado por la actuación de Beth Mooney, quien anotó 138 carreras en solo 75 bolas, igualando el tercer récord de century más rápido en ODIs femeninos, presuntamente solo superado por algunos registros en los años 2000.

Tras el partido, Mooney, reconocida como la Jugadora del Partido, expresó que el resultado es un buen augurio para su equipo de cara al Mundial. Supuestamente, afirmó: “Para ganar Copas del Mundo, necesitas ser el equipo más adaptable y sereno. Hemos demostrado esa capacidad esta noche, incluso cuando Smriti Mandhana (la estrella india) salió con todo, formando alianzas con Harmanpreet Kaur y Deepti Sharma en los momentos finales.”

Australia logró un total récord de 412 carreras en ODIs, igualando su mejor marca en la historia del formato, que data del Mundial de 1997 contra Dinamarca.

Por su parte, India inició con fuerza, con una actuación espectacular de Mandhana, quien anotó 125 carreras, la segunda más rápida en la historia de los ODIs femeninos, y fue apoyada por rápidas aportaciones de Sharma y Kaur.

Megan Schutt y Kim Garth lideraron la ofensiva con el balón, con cifras de 2/53 y 3/69, respectivamente. Schutt, además, alcanzó la marca de 300 wickets internacionales, siendo solo la segunda jugadora australiana en lograrlo en la historia del cricket femenino, presuntamente después de Ellyse Perry.

Mooney expresó su satisfacción con el esfuerzo colectivo del equipo, destacando que la incorporación futura de jugadoras como Annabel Sutherland y Phoebe Litchfield, quienes aún no participaron en este encuentro, potenciará aún más las posibilidades de Australia en el Mundial.

“Es alentador ver cómo las chicas aportan diferentes ideas en el campo y cómo las respaldan en la defensa. Cuando estas jugadoras vuelvan a estar en plena forma, no habrá límite para lo que podemos conseguir,” afirmó.

Asimismo, la estrella del equipo australiano elogió a Mandhana, quien fue galardonada como la Mejor Jugadora de la Serie por sus 300 carreras anotadas en la misma.

Mooney comentó: “Mandhana ha sido una jugadora destacada en los últimos años, y fue importante mantener la calma frente a su agresividad. Cuando logramos tomar algunos wickets y generar presión, el juego se inclinó a nuestro favor.”

Por último, Mooney se mostró optimista respecto a las condiciones de los estadios en India, expresando que la cancha en Delhi reflejaba el potencial del cricket femenino.

“Esperamos que no haya demasiadas canchas planas en el Mundial, porque no sé si tengo la stamina para siete u ocho partidos así,” bromeó antes de afirmar: “Pero esto demuestra lo que es posible en el cricket femenino ahora mismo, jugar con el ritmo y la mentalidad correctos, y hacerlo de manera espectacular.

Este es un gran momento para el deporte y, con suerte, un paso hacia adelante para el crecimiento del cricket femenino en todo el mundo.”

Australia ahora se trasladará a Bangalore para preparar su partido amistoso contra Inglaterra el 28 de septiembre. A pesar de la victoria, Mooney advirtió que en el cricket internacional no hay partidos fáciles y que cada juego será un reto. “No hay partidos sencillos en el cricket internacional, y muchas selecciones han trabajado duro en los últimos años para llegar a este Mundial. Nosotros también debemos estar en nuestro mejor nivel en cada oportunidad,” concluyó.