Dos menores pierden la vida en disturbios fuera del Estadio Monumental, lo que provoca la suspensión del partido entre Colo Colo y Fortaleza.

La reciente jornada de la Copa Libertadores ha quedado marcada por una tragedia lamentable que ha empañado el ambiente futbolístico en Sudamérica. En la segunda fecha del grupo E, donde se encuentran los equipos de Racing de Avellaneda, se registraron sucesos fatales en las afueras del Estadio Monumental de Santiago de Chile.

Durante la tarde de este jueves, dos menores, un chico de 13 años y una joven de 18, perdieron la vida debido a una serie de disturbios provocados por hinchas locales de Colo Colo, que se encontraban listos para enfrentar al equipo brasileño Fortaleza, en un encuentro que se hallaba empatado 0 a 0 antes de su suspensión.

El conflicto comenzó horas antes del partido en la comuna de Macul, adyacente al estadio, donde se congregó una multitud de aficionados que intentaron ingresar al recinto sin poseer una entrada válida.

Según versiones de los Carabineros, la situación derivó en una avalancha en los accesos del estadio, lo que resultó en la caída de una reja conocida como ‘valla papal’.

Esta valla aplastó al menor y golpeó a la joven, quien fue atropellada por un vehículo de la policía. El fiscal Francisco Mores ha subrayado que se están llevando a cabo investigaciones para determinar las causas exactas de estas muertes, y no se descarta ninguna hipótesis relacionada con la intervención de las autoridades o la presión ejercida por la multitud.

Mientras tanto, la hermana de la joven fallecida ha denunciado que su pariente sí contaba con una entrada válida y que fue víctima del caos. “Ella venía con entrada en mano, carnet y todo. No se iban a colar, como dicen”, afirmó, indicando que su amigo intentó salvarla en el momento del impacto. Este trágico evento provocó un ataque masivo de los hinchas de Colo Colo, que empezaron a romper las barreras de acrílico y finalmente invadieron el campo de juego.

El árbitro uruguayo Gustavo Tejera se vio obligado a enviar a los jugadores decididos a proteger su integridad, mientras que los responsables de la Conmebol realizaron la suspensión formal del partido ante la falta de garantías de seguridad.

Esta acción desencadenó nuevos enfrentamientos durante la salida de los espectadores del estadio, lo que obligó a las autoridades a cerrar varias estaciones del metro cercano para evitar más incidentes.

La Confederación Sudamericana de Fútbol, Conmebol, se ha manifestado respecto a la tragedia, expresando sus más sinceras condolencias a las familias de las víctimas, y ha confirmado la cancelación del encuentro debido a la falta de medidas de seguridad adecuadas.

Se ha afirmado que los hechos serán enviados a los órganos judiciales de la CONMEBOL para su análisis y futuras medidas disciplinarias.

Este incidente se suma a una serie de recientes tragedias en el fútbol, donde los problemas de seguridad y el comportamiento de algunos hinchas han puesto en cuestión la organización de eventos deportivos en la región.

Con una historia marcada por pasiones intensas y rivalidades, el fútbol sudamericano también enfrenta el desafío de asegurar que estos encuentros transcurran en un ambiente seguro para todos los asistentes.