El reciente encuentro entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, correspondiente a los octavos de final de la Champions League, ha generado una gran controversia, especialmente por la anulación de un penal que podría haber cambiado el rumbo del partido.

Julián Álvarez, delantero argentino nacido en Calchín, fue quien ejecutó el tiro desde los 11 metros que fue invalidado por el árbitro polaco Szymon Marciniak, quien tiene en su haber la dirección de la final del Mundial de Qatar 2022, donde Argentina se consagró campeona.

La anulación del penal, que fue el segundo en la serie para el Atlético y el primero fallado, ha dejado una sensación de desconcierto entre los aficionados.

No se ofrecieron imágenes claras en la transmisión que pudieran aclarar la decisión, lo que generó teorías sobre la validez de la jugada. Los especialistas sostienen que un análisis cuadro por cuadro sería necesario para determinar si realmente hubo un doble toque por parte de Álvarez al momento de ejecutar su penal.

Las controversias arbitrales no son un hecho aislado en el fútbol, y este episodio ha llevado a muchos a recordar otras decisiones polémicas en el pasado.

Un ejemplo que se menciona es el famoso penal de Martín Palermo, quien en un partido con Boca Juniors también había sido señalado por un doble toque.

Sin embargo, en aquella ocasión, el gol fue convalidado.

"No sé, puede ser, pero no sé", expresó Álvarez a sus compañeros tras la jugada, donde inicialmente había celebrado el gol antes de ser informado de la decisión del árbitro.

La reacción ante la anulación del penal no fue solo de los jugadores del Atlético, sino también de sus rivales. Ángel Correa, otro argentino en el plantel, se mostró sorprendido y manifestó su desacuerdo con la decisión arbitral.

El entrenador del Atlético, Diego Simeone, en una conferencia de prensa posterior al encuentro, comentó: "Lo que me dijeron es que tocó dos veces la pelota, así que si lo habrán visto habrá sido así." Esta declaración subraya la desconfianza que muchos tienen respecto a las decisiones que se toman utilizando el VAR, un sistema que se supone debe ayudar, pero que, en este caso, dejó más dudas que respuestas.

Con este tipo de incidencias, no solo se pone en tela de juicio la efectividad del VAR, sino que también se reavivan las viejas heridas de una rivalidad que se ha acentuado en el mundo del fútbol.

La posibilidad de que un solo decisión arbitral decida el destino de un equipo en un torneo tan prestigioso como la Champions League es un aspecto que cada vez ocupa más espacio en las conversaciones entre los aficionados.

Al final del día, el Real Madrid avanzó a los cuartos de final tras una victoria por 3-1 en el global, lo que demuestra que, aunque el penal anulado fue un momento clave, el resultado final se decidió en el conjunto del partido.

Sin embargo, la polémica queda en el aire, recordando que el fútbol, además de ser un deporte, es un espectáculo lleno de emociones y controversias.