En la conferencia de prensa posterior a la derrota de Boca Juniors en Santiago del Estero, el entrenador Miguel Ángel Russo ofreció un análisis que generó diversas opiniones entre los hinchas y expertos del fútbol argentino.

Russo, con un tono algo autocrítico, centró su argumento en la jugada clave que, a su parecer, influyó en el resultado: una falta a Leandro Paredes que, según aseguró, no fue vista por el árbitro, aunque el árbitro estaba en la misma línea del desarrollo de la jugada.

El técnico explicó que, en su visión, esa acción fue determinante para el desenlace del encuentro y que, de haber sido correctamente sancionada, podría haber cambiado el rumbo del desafío.