El conjunto xeneize cayó en las semifinales ante Racing tras una controvertida sustitución de Zeballos, lo que generó un amplio debate en el entorno del club y afectó la moral del equipo en un año marcado por la falta de títulos y decisiones polémicas.
En el fútbol, incluso las acciones aparentemente más simples pueden tener un impacto determinante en la historia de un equipo. La escena vivida este domingo en La Bombonera quedó en la memoria de todos los presentes, no solo por el resultado, sino por la controversia generada en torno a una sustitución que cambió el rumbo de las semifinales del Torneo Clausura 2025 de la Liga Profesional Argentina.
El partido enfrentaba a Boca Juniors y Racing Club en una instancia crucial, y ocurrió a los 26 minutos del segundo tiempo cuando el entrenador Claudio Úbeda decidió modificar el esquema del equipo.
En reemplazo del juvenil Exequiel Zeballos, ingresó Alan Velasco, una decisión que generó sorpresa y rechazo entre los hinchas, jugadores y analistas por igual.
Zeballos, considerado por muchos como uno de los jugadores más desequilibrantes del plantel, fue reemplazado en un momento en el que su presencia parecía crucial para mantener las opciones ofensivas del equipo.
La reacción fue inmediata y visceral. En las tribunas, varios fanáticos expresaron su desconcierto y decepción, acompañando sus reacciones con gritos y gestos de disgusto. En el campo, la tensión se hizo patente, especialmente en Leandro Paredes, quien mostró una evidente molestia con la decisión del técnico. La polémica del cambio se convirtió en uno de los temas más comentados en las redes sociales, donde las opiniones se dividieron entre quienes respaldaron la decisión y quienes la consideraron un error estratégico.
Úbeda explicó posteriormente en conferencia de prensa que la sustitución obedeció a un criterio físico: Zeballos se encontraba cansado y, por ello, decidieron sacarlo, siguiendo una política de rotación que ya había implementado en partidos anteriores.
Además, explicó que con el ingreso de Velasco buscaban darle mayor presencia en ataque, ya que el partido estaba muy parejo y querían mantener la tenencia del balón.
Sin embargo, la versión del técnico no logró convencer a todos los observadores, especialmente considerando que Zeballos se encontraba en un buen momento y fue uno de los jugadores que más desequilibrio aportó en el partido.
Las declaraciones de algunos miembros del entorno de Zeballos y de otros jugadores mostraron su disconformidad con la decisión. Marco Di Cesare, representante del jugador, expresó que fue una sorpresa y que Zeballos venía en una gran forma. Por su parte, Gabriel Rojas, lateral del equipo, respaldó la actuación del juvenil y criticó la sustitución, afirmando que la decisión fue del técnico y que el equipo tiene que seguir adelante.
El resultado final fue duro para Boca, que tras el gol de Adrián Maravilla Martínez, no pudo revertir la situación y terminó perdiendo 1-0. La derrota no sólo significó la eliminación en las semifinales, sino que también agravó un año lleno de altibajos para el club. La temporada, que había comenzado con expectativas altas, estuvo marcada por la falta de títulos, la eliminación en el repechaje de la Copa Libertadores ante el equipo peruano Alianza Lima y la participación efímera en el Mundial de Clubes.
Desde un punto de vista histórico, esta fue una de las temporadas más complicadas para Boca en los últimos veinte años, en los que ha dominado a nivel local y sudamericano.
La gestión de las decisiones técnicas, en particular la del actual entrenador, está siendo evaluada con lupa, especialmente tras decisiones como la de reemplazar a Zeballos, que muchos consideran un error estratégico en un momento clave.
El impacto en la moral del plantel también es palpable. Leandro Paredes, uno de los líderes en el vestuario, y otros jugadores como Edinson Cavani y Ander Herrera, empezaron a ser objeto de cuestionamientos.
La tensión interna podría repercutir en los próximos partidos y definir el rumbo del equipo en la segunda mitad del año.
Este episodio refleja cómo, en el fútbol, las decisiones en segundos pueden definir el destino, y que incluso en un club con historia y experiencia, las polémicas pueden desatar incertidumbre.
La afición, el cuerpo técnico y la dirigencia ahora enfrentan el desafío de volver a encontrar el rumbo en un año que, a falta de títulos, deja lecciones importantes para el futuro del club argentino.