El club argentino analiza la salida de varios jugadores en busca de renovar su plantilla, con miras a los partidos clave y el futuro a largo plazo.

Boca Juniors enfoca su atención en un proceso de renovación que afectará a varios de sus jugadores, en un contexto donde el club busca fortalecer su plantilla para los desafíos venideros.

La planificación comienza con miras a su próximo compromiso, el partido frente a Belgrano que se disputará en la Bombonera el sábado a las 18 horas, pero las decisiones a nivel interno apuntan mucho más allá del encuentro.

El equipo ha iniciado una depuración de jugadores que terminan sus contratos al cierre del año, y otros que no están siendo considerados por la dirección técnica.

Entre los futbolistas en la mira del club se encuentran siete con contrato vigente hasta diciembre, dentro de los cuales hay defensores, mediocampistas y arqueros.

La idea del club, bajo la dirección del presidente-ídolo Juan Román Riquelme, es realizar una restructuración que permita ahorrar en salarios y abrir espacio para nuevas incorporaciones.

Cuatro jugadores tienen sus relaciones contractuales por terminar el 31 de diciembre. Entre ellos, Cristian Lema, de 36 años, que no ha tenido participación en toda la temporada; su última aparición fue contra Riestra el 27 de octubre de 2024, cuando sufrió una lesión en el tobillo izquierdo.

A pesar de su edad, Riquelme aún mantiene cierta amistad con el arquero de 38 años, lo que podría influir en su posible continuidad, aunque en este momento todo indica que partirá en busca de nuevos desafíos.

Por otro lado, Miramón, mediocampista de 22 años, llegó a préstamo desde Lille con una opción de compra de aproximadamente 3.2 millones de euros (unos 3,66 millones de dólares). Riquelme ha decidido no ejercer esa opción, y el jugador apenas ha tenido minutos en 2025, con solo 101 en total, todos en el ciclo de Gago.

En cuanto a los defensores, Frank Fabra, que lleva casi una década en Boca, también está en la lista de salida. Después de tantos años en el club, incluyendo nueve campeonatos ganados, el colombiano sería transferido a clubes de Brasil, México o a la Major League Soccer de Estados Unidos.

Aunque fue utilizado en la Copa Argentina por Russo, su participación en el torneo local fue prácticamente inexistente, evidenciando su relegamiento en el equipo.

Asimismo, los mediocampistas Lucas Janson y Agustín Martegani, que llegaron durante el ciclo de Gago, también serían transferidos. Janson, ex Vélez, jugó 6 partidos y anotó un gol en Copa Argentina, mientras que Martegani, ex San Lorenzo, sumó apenas 2 presentaciones.

Otra de las piezas en duda es Kevin Zenón, quien después de participar en partidos en el Mundial de Clubes y en diversas participaciones en la temporada, ha quedado en segundo plano bajo la dirección de Russo.

El jugador ha tenido poco protagonismo y su futuro se encuentra en la mira de varios clubes, tanto en la región como en Europa. Se llegó a negociar con Olympiakos de Grecia, pero no se concretó el acuerdo.

En cuanto al once titular para el duelo contra Belgrano, el entrenador Claudio Ubeda alineó a Agustín Marchesín en el arco; en la defensa, Juan Barinaga, Lautaro Di Lollo, Ayrton Costa y Lautaro Di Lollo; en el mediocampo, los habituales Rodrigo Battaglia, Leandro Paredes, quien retornó a la plantilla tras su participación en la selección argentina, y Carlos Palacios; en ataque, Miguel Merentiel y Milton Giménez.

El único cambio respecto a partidos anteriores será la inclusión del chileno Palacios en reemplazo de Alan Velasco, lesionado.

Este proceso de reestructuración se enmarca en una etapa en la que Boca busca mantener su competitividad, equilibrando la experiencia y la juventud, y preparando el plantel para los desafíos del próximo calendario.

La salida de jugadores experimentados como Fabra, Lema y Miramón abre espacio a nuevas caras y estrategias que confían en revertir la situación en la tabla y en las competencias internacionales.

La directiva mantiene la esperanza de que estos cambios aporten a un Boca más fuerte y renovado en el futuro cercano.