Boca Juniors continúa con sus preparativos en Fort Lauderdale para su participación en el próximo Mundial de Clubes, que se disputará en Estados Unidos.

La sesión de entrenamiento de este jueves fue interrumpida por condiciones meteorológicas adversas, específicamente una tormenta eléctrica que obligó a suspender las tareas al aire libre y trasladar las actividades a un espacio cerrado.

La escuadra entrenaba bajo la supervisión de su técnico, Miguel Ángel Russo, en la Universidad de Barry, en lo que fue una jornada marcada por las complicaciones climáticas.

Apenas unos minutos después de comenzar el entrenamiento, el equipo notó que la lluvia había cesado, dejando un cielo parcialmente despejado. Sin embargo, a las pocas horas, un frente de tormenta eléctrica se acercó a menos de 10 kilómetros, lo que generó una advertencia por condiciones peligrosas que llevó a la delegación a pasar a realizar su trabajo en instalaciones cubiertas.

Estas dificultades climáticas no solo afectaron el entrenamiento, sino que también generan incertidumbre en la planificación del equipo, que busca mantener la preparación adecuada para afrontar con éxito su compromiso contra Benfica en el Hard Rock Stadium.

En la jornada también hubo bajas en el plantel, destacando la ausencia de Luis Advíncula y Edinson Cavani. El defensor peruano no pudo participar en el entrenamiento debido a que continúa recuperándose de su participación con la selección peruana en las Eliminatorias, donde disputó partidos contra Colombia y Ecuador.

Por su parte, Cavani todavía presenta molestias físicas, lo cual pone en duda su disponibilidad para el debut del próximo lunes. Otros jugadores, como Luciano Di Lollo y Lucas Blondel, continuaron con trabajos en el gimnasio para recuperarse de pequeños golpes y molestias musculares.

Asimismo, el club mantiene la atención en la situación de Ayrton Costa, cuyo ingreso a Estados Unidos se encuentra en duda tras la negativa de la embajada del país a autorizar su entrada.

La decisión de si podrá viajar o no, será definida en las próximas horas, en medio de la incertidumbre que rodea a la delegación.

Mientras tanto, el entrenador Russo trabaja en definir la estrategia para su primer partido, con la intención de que el equipo mantenga una postura ofensiva y no se repliegue, tal como él mismo ha manifestado en ocasiones anteriores.

Desde la llegada del plantel a Miami, todavía existen dudas sobre la participación de Leandro Paredes, ya que llegó acompañado de su familia y permanece en la ciudad, aprovechando sus días libres antes del inicio del torneo.

Boca ya sumó a los refuerzos Malcolm Braida y Marco Pellegrino, quienes podrían ser opciones para reforzar la línea defensiva en caso de necesidad.

El encuentro contra el Benfica se jugará en un escenario emblemático, el Hard Rock Stadium, en una ciudad que en 2024 será escenario de la Copa América, en la cual Argentina, con la presencia de Ángel Di María, buscará sumar otro título internacional.

El grupo en el que está inserto Boca, conocido como el Grupo C, también cuenta con los equipos Auckland City de Nueva Zelanda y Bayern Múnich de Alemania.

La historia del club argentino en competiciones internacionales muestra su tradición de afrontar desafíos en escenarios diversos y bajo diferentes condiciones climáticas y logísticas.

La incertidumbre meteorológica, sin duda, forma parte de las adversidades que el equipo deberá sortear para proyectar un rendimiento que le permita avanzar en la competición.

En resumen, Boca enfrenta varias dificultades antes de su partido inaugural. La tormenta eléctrica y las restricciones logísticas generan incertidumbre, pero el equipo confía en que las condiciones mejoren y puedan mostrar su mejor nivel en el escenario mundial.

La preparación sigue en marcha, con la esperanza de que los jugadores puedan superar las lesiones y problemas de ingreso, para así dar la mejor imagen en un torneo que siempre genera gran expectativa en la afición argentina y mundial.