El piloto argentino Nicolás Varronne, destacado en endurance y pruebas en categorías internacionales, tendría un lugar asegurado en la Fórmula 2 en 2026 con el respaldo de Cadillac, filial de General Motors, en una movida que refuerza su carrera en el automovilismo internacional.

El nombre de Nicolás Varrone continúa ganando relevancia en el mundo del automovilismo internacional. Este piloto argentino, oriundo de Ingeniero Maschwitz, se encuentra en la mira de la Fórmula 2 para la temporada 2026, gracias a su desempeño reciente en pruebas y competencias en categorías superiores.

La noticia tomó fuerza después de que Varrone publicara en su cuenta de 'X' (antes Twitter), una frase que encendió las expectativas entre sus seguidores: "Dios no solo escucha, también es argentino".

El tuit, que fue una dedicatoria a su amigo Franco Colapinto y a su propia carrera, genera un revuelo porque también hacía referencia a la relación con la llegada de Cadillac a la Fórmula 1 en 2026.

La relación entre estas noticias no es casual. Cadillac, marca insignia de General Motors, formalizó su participación en la máxima categoría del automovilismo a partir del próximo año y también confirmó su compromiso con la categoría de monoplazas.

Varrone, que ya ha probado coches de la categoría, espera ser uno de los pilotos que represente a la marca en el escenario mundial.

El piloto, que cumplirá 25 años en diciembre, ha tenido un recorrido destacado en diferentes disciplines. En 2023, fue bicampeón en las 24 Horas de Le Mans y conquistó un título en la división LMGTE del Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA, pilotando un Corvette de la marca General Motors.

Su experiencia en endurance, sumada a sus recientes incursiones en pruebas en la Fórmula 2, lo posicionan como un posible fichaje para la próxima temporada.

El acuerdo con Cadillac sería un paso fundamental en su carrera, ya que en el esquema del equipo para 2026, figuran pilotos con notable experiencia como Valtteri Bottas y Sergio “Checo” Pérez.

Además, la escuadra incorporó a otros talentos de gran proyección, como Colton Herta, que en 2024 correrá en la Fórmula 2 con Hitech, y otros pilotos de renombre internacional.

La estructura de Cadillac, por su parte, mantiene abiertas varias posibilidades, ya que no limita el número de pilotos en desarrollo o reservas.

Según fuentes avanzadas a Clarín, aún no hay una comunicación oficial sobre su incorporación definitiva a la categoría, pero todo indica que la formalización podría hacerse en los próximos días, probablemente la semana próxima.

Varrone, que a principios de año realizó pruebas en la Fórmula 2 y tuvo destacadas actuaciones, expresó en una entrevista que una de las mayores diferencias entre un hypercar, en el endurance, y un monoplaza de esta categoría, radica en el manejo y la agresividad requerida: "En el F2, el auto es mucho más tosco y exige una conducción más agresiva, más precisa y profunda en frenadas".

Además, remarcó que tuvo una muy buena adaptación y que las pruebas realizadas a finales del 2024 lo dejaron con muchas expectativas: "Llegué con incertidumbre y presión, pero una vez en pista, la sensación fue muy positiva.

Eso me abrió muchas puertas".

La relación de amistad entre Nicolás Varrone y Franco Colapinto, otro talento argentino en categorías superiores, comenzó en 2015 en el kartódromo de Zárate.

Desde aquellos días en los que compartían equipo y horas de simulador, ambos trazaron caminos llenos de obstáculos y logros. Colapinto, que debutó en Fórmula 1 en 2024 con Williams y en 2023 fue piloto de reserva en Alpine, logró un hito inédito en su historia al ser llamado por Williams para reemplazar a Logan Sargeant en las últimas carreras de esa temporada.

Por su parte, Varrone dejó en 2020 la máxima categoría de monoplazas, inmerso en dificultades económicas, para especializarse en endurance y carreras de resistencia, donde obtuvo un enorme reconocimiento mundial.

Sin embargo, la alianza estratégica con GM representa un relanzamiento para su carrera en monoplazas, un objetivo que siempre persiguió en su infancia y adolescencia.

La historia familiar de Varrone también aporta a su perfil. Su padre, Martín Varrone, fue piloto y coleccionista de autos, y su madre, Sandra Castrogiovianni, también fue competidora. La pasión por los autos de competición y la historia deportiva familiar son un estímulo constante en su vida.

En definitiva, la posible llegada de Nicolás Varrone a la Fórmula 2 en 2026 no solo sería un reconocimiento a su talento, sino también una muestra de la renovada fuerza del automovilismo argentino en los circuitos internacionales, proyectando un futuro prometedor para la joven generación de pilotos de nuestro país.