El pasado domingo en Dubái, la selección de cricket de India logró una victoria importante en el torneo Asia Cup 2025, superando a su archirrival Pakistán en un enfrentamiento que dejó muchas dudas y comentarios en el mundo deportivo.

La figura central de este partido fue el lanzador estrella Jasprit Bumrah, cuya actuación supuestamente fue muy por debajo de las expectativas generadas por su trayectoria y talento reconocido internacionalmente.

Bumrah, considerado por muchos como uno de los mejores bowler del cricket moderno, especialmente en formatos de T20, volvió a la alineación después de un descanso en el último partido de la fase de grupos contra Omán.

La estrategia del equipo indio era clara: aprovechar sus primeros tres overs en el powerplay para frenar a los bateadores rivales y guardar su última etapa para los momentos decisivos del partido.

Sin embargo, la realidad fue otra. En su primer over, Fakhar Zaman logró pegarle dos límites consecutivos, anticipando el tormento que estaba por venir para el lanzador. Bumrah, que supuestamente domina el arte de hacer que la pelota obedezca a su voluntad, lanzó algunos yorkers que fallaron y cometió varias no-balls, lo que contribuyó a su mala noche.

Sus cifras finales fueron de 0/45 en sus cuatro overs, una actuación que ha sido calificada como decepcionante por analistas y aficionados. Durante su turno, solo pudo crear una oportunidad de wicket, la cual fue fácilmente droppeada por el vicecapitán Shubman Gill, reflejando la incertidumbre y la falta de precisión en su rendimiento esa noche.

El capitán de la India, Suryakumar Yadav, no mostró demasiado interés en criticar a Bumrah públicamente y, en la ceremonia de premiación, comentó: “Eso es normal, no es un robot, todos tenemos días malos.

Dube nos sacó del apuro.”

Con Bumrah en dificultades, fue Shivam Dube quien asumió la responsabilidad de buscar un quiebre en el juego. Con un lanzamiento de seam desordenado y sin la velocidad acostumbrada, Dube logró eliminar a los bateadores establecidos Sahibzada Farhan (58) y Saim Ayub (21), marcando un punto de inflexión en el partido.

El jugador, que además funciona como all-rounder, terminó con unas cifras de 2/33, frenando el impulso de Pakistán antes de los momentos finales.

Pakistán, con un esfuerzo notable, logró sumar 171 carreras en su total, una de las puntuaciones más altas contra India en T20Is cuando batearon primero.

La respuesta de India fue liderada por Abhishek Sharma, quien anotó 74, y Shubman Gill con 47, formando una sólida base para la victoria. La dupla mantuvo la calma y aseguró que la racha ganadora en el torneo se mantuviera intacta.

Este enfrentamiento, aunque favoreció a India, dejó en evidencia ciertos aspectos que preocupan a los seguidores del cricket: la inconsistencia en la actuación de Bumrah y la dependencia en algunos jugadores clave para mantener el éxito en el torneo.

Históricamente, India ha tenido altibajos en sus enfrentamientos contra Pakistán en grandes torneos internacionales, pero la victoria refuerza su posición como uno de los favoritos del Asia Cup.

Por otra parte, algunos analistas y exjugadores presuntamente sugieren que la actuación de Bumrah podría ser un punto de atención en las próximas semanas, dado que su rendimiento y forma física serán cruciales para las aspiraciones del equipo en futuras competiciones.

Mientras tanto, la estrella emergente Abhishek Sharma continúa ganando reconocimiento por su talento y determinación en el campo.

En definitiva, aunque la selección india celebró la victoria, las dudas sobre la consistencia de ciertos jugadores, en especial Bumrah, permanecen.

El Asia Cup continúa siendo un escenario donde los equipos y jugadores muestran sus fortalezas y debilidades, y para India, la tarea será mantener el equilibrio y la confianza si quieren aspirar a coronarse en este torneo que cada vez se vuelve más competitivo.

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